Autoridades paraguayas secuestraron al menos cuatro toneladas de droga ocultas en un cargamento de azúcar que tenían como destino el puerto de Amberes, en Bélgica.
La hidrovía que conecta Paraná con Paraguay fue escenario en las últimas horas de uno de los mayores golpes al narcotráfico de la historia. Allí, las autoridades paraguayas incautaron al menos cuatro toneladas de cocaína ocultas en un cargamento de azúcar que tenían como destino el puerto de Amberes, en Bélgica.
El cargamento fue interceptado en el puerto Caacupe-mí, ubicado en el barrio asunceno de Zeballos Cué, por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (Dnit) y del Ministerio Público, como parte de la denominada 'Operación Dulzura'.
Los funcionarios, en presencia del fiscal Alejandro Cardozo, detectaron los paquetes de cocaína, de 25 kilos cada uno, camuflados en bolsas con azúcar.
La Senad cuantificó en principio en 4.013 kilos el estupefaciente que iba en un contenedor supuestamente con destino a la ciudad belga de Amberes.
Sin embargo, después de varias horas continuaban los trabajos de extracción y pesaje del cargamento.
El titular de la Senad, Jalil Rachid, explicó en declaraciones radiales que la cocaína estaba en bolsas ocultas dentro de sacos que contenían azúcar.
"De los reportes y las fotografías que pude recibir, (en) una bolsa de 40 kilos, 25 kilos era de cocaína y el resto de azúcar, o sea (que era) un relleno por fuera", detalló.
"Es un golpe al narcotráfico de USD 240 millones", agregó el funcionario paraguayo.
En Argentina la ruta fluvial también está bajo la lupa. Días atrás la Gendarmería Nacional secuestró 460 kilos de cocaína al norte de la capital provincial, en el municipio de San Justo.
Los investigadores estiman que la cocaína fue arrojada desde una avioneta cerca de esa zona y que iba a tener como destino el contrabando internacional, a través de la Hidrovía.
