La cantidad de horas que podés dejar a tu gato y perro solos en casa antes de que se estresen

El tiempo que se puede dejar a las mascotas antes de que destrocen la casa por estar buen rato a solas.

En la vida diaria, donde las obligaciones laborales y los viajes son inevitables, muchos dueños de mascotas se enfrentan a la preocupación constante por el bienestar de sus queridos compañeros. 

Tanto perros como gatos demandan atención continua para mantener su salud y equilibrio emocional. Surge así la pregunta crucial: ¿cuánto tiempo podemos dejar a estas mascotas solas en casa sin que sufran estrés, comportamientos no deseados como orinar en lugares inapropiados o daños materiales? 

Esta interrogante plantea un desafío significativo para los propietarios, quienes buscan formas de garantizar el cuidado adecuado de sus animales aún en ausencias prolongadas.

¿Cuánto tiempo puedo dejar solo a mi gato?

Aunque los gatos son conocidos por su independencia, también requieren atención y cuidados regulares. Según expertos como el veterinario Michael Thompson, los gatos pueden estar solos de 24 a 48 horas sin enfrentar problemas graves. 

A pesar de su reputación, los gatos necesitan interacción humana para prevenir problemas como el aburrimiento, la ansiedad y la soledad. 

Estos problemas pueden manifestarse en comportamientos inusuales como maullidos excesivos, eliminación fuera de la caja de arena o escondites frecuentes.

Consejo de un especialista en gatos

Según Michael Thompson, antes de salir de casa, es crucial garantizar que todas las necesidades esenciales del gato estén satisfechas. Esto implica asegurarse de que tenga una caja de arena limpia, suficiente comida y agua, y mantener su rutina alimentaria regular. 

Además, es fundamental proporcionarles estimulación mental mediante juguetes adecuados, rascadores y entornos que fomenten la exploración activa.

Es fundamental tener en cuenta que cada gato puede tener necesidades distintas. Los gatitos menores de un año y los gatos recién adoptados requieren atención constante y no deben estar solos por períodos prolongados. Además, los gatos con problemas de salud necesitan cuidados especiales y vigilancia continua.

¿Cuánto tiempo puedo dejar solo a mi perro?

Según especialistas consultados por la empresa de productos caninos Adaptil, el tiempo que puedes dejar solo a tu perro varía según su edad y estado de salud. 

• Cachorros: deberías acostumbrarlos gradualmente a estar máximo dos horas solos. 
• Perros de más de 18 meses: no deberías dejarlos solos más de entre cuatro y seis horas. 
• Perros adultos: el límite es de hasta diez horas, considerando que deben hacer sus necesidades cada seis horas. 
• Perros mayores o de edad avanzada: pueden pasar entre dos y seis horas solos, dependiendo de su salud y nivel de estrés.

¿Cómo evitar que mi perro se ponga nervioso?

Las siguiente actividades y recomendaciones te ayudarán a mantener el estado emocional de tu perro y evitar que se estrese. 

• Juguetes para perros: antes de salir, asegúrate de dejarle sus juguetes favoritos, como el 'kong', diseñado para mantenerlo entretenido al intentar sacar premios que puedes colocar dentro, como galletas o crema. 
• Ambiente espacioso: es fundamental que tu perro no se sienta confinado. Proporciónale acceso a luz natural, una ventana abierta si es posible, e idealmente deja abierta la puerta de acceso al balcón para que pueda moverse cómodamente. 
• Ambiente sonoro: para mitigar el estrés por separación, deja encendida la radio o la televisión a un volumen moderado. El sonido de fondo puede hacer que se sienta acompañado y distraerlo de los ruidos exteriores que podrían ponerlo nervioso. 
• Alimentación y agua: asegúrate de que tenga acceso a agua fresca y suficiente comida para toda la jornada. Si sigue una rutina alimentaria específica, intenta que tus horas fuera de casa no alteren su horario regular de comidas. 

Estos consejos te ayudarán a hacer más llevadera la separación para tu mascota y reducirán la posibilidad de que desarrolle comportamientos indeseados como ladrar o morder muebles debido a la frustración de estar solo por períodos prolongados.