Desde la provincia de Córdoba el excandidato a Presidente Juan Schiaretti avanza en la conformación de un partido nacional para confrontar en el 2025 con Javier Milei. Como la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que inscribió La Libertad Avanza en la Mediterránea y consiguió rápidamente la personería jurídica, el cordobés desplegó con sus aliados una construcción que ya logró también su personería jurídica en nueve provincias.
Schiaretti y el gobernador Martín Llaryora trabajan en tándem. Mientras el joven mandatario crece a la sombra de la figura del líder provincial, como antes lo fue el fallecido José Manuel de la Sota, el excandidato a Presidente buscará consolidar un liderazgo nacional. Cerca suyo aclaran que, para preservar ese rol, no estará en las listas el próximo año.
La apuesta es que Hacemos por Argentina ya no sea una coalición electoral como en el 2023 sino un partido político. A Córdoba se le sumó la inscripción en La Pampa, San Luis, Mendoza, La Rioja, Misiones, Santa Cruz, Tierra del Fuego y en la estratégica Buenos Aires. En la cuestión jurídica trabajan entre otros los equipos de Florencio Randazzo, excompañero de fórmula de Schiaretti.
Juan Schiaretti apunta a su perfil nacional y Martín Llaryora se concentra en la provincia
Si bien la tercera vía no fue suficiente en las elecciones presidenciales, los cordobeses están seguros de que el próximo mapa electoral cambiará radicalmente su configuración con un Milei ‘fagocitando' al macrismo y a una parte del radicalismo y un kirchnerismo en retirada. En ese contexto están convencidos de que se avecina una reconfiguración incluso del PJ nacional desde donde permanentemente llegan señales para acercar a Llaryora.
Hasta ahora hubo acercamientos entre los gobernadores de la región centro: el cordobés Llaryora; el santafesino radical Maximiliano Pullaro y el entrerriano del PRO Rogelio Frigerio que mantiene un excelente diálogo con la Casa Rosada pero en privado suele marcar fuertes discrepancias.
Los tres, como lo han dicho en múltiples encuentros regionales, coinciden con Milei en la necesidad de sostener el equilibrio fiscal. Por el contrario no reniegan del rol del Estado. Lo dijo Schiaretti en campaña y lo replican los tres flamantes gobernadores: creen que el Estado es un impulsor del desarrollo a través de medidas económicas, el sostén de la educación pública y el financiamiento y planificación de la obra pública.
Al trío se le suman conversaciones con el resto de los mandatarios de Juntos por el Cambio como el líder del ‘grupo Malbec', el mendocino Alfredo Cornejo aunque también su adversario interno y presidente de la UCR el senador Martín Lousteau. Las charlas incluyen al diputado porteño Emiliano Yacobitti y por otro lado al bonaerense Facundo Manes que escucha y sumó a su entorno al exdiputado nacional Alejandro 'Topo' Rodríguez.
Martín Llaryora, Rogelio Frigerio y Maximiliano Pullaro potencian la región centro
Además, hay sintonía parlamentaria con diputados y senadores de provincias con gobernadores que llegaron representando alianzas amplias o por partidos provinciales aunque en algunos temas se diferencien entre ellos como ocurrió en la votación de la reversión de Ganancias. En la lista figuran socialistas, demócratas y los provinciales patagónicos Claudio Vidal (Santa Cruz); Alberto Weretilneck (Río Negro) y Rolando Figueroa (Neuquén).
Además por el norte y también como integrantes del bloque de diputados Innovación que en general comparten estrategias con el interbloque que conduce Miguel Pichetto, están el misionero Hugo Passalacqua y el salteño Gustavo Saénz. E incluso hay puentes con el puntano Claudio Poggi entre otros dirigentes.
El denominador común, insisten quienes rodean a Schiaretti, no es la confrontación con Milei -con quien en parte coinciden- sino una propuesta alternativa con propuestas con eje en la bioagroindustria y la energía.
"No queremos tener unos diputados más", aclaran quienes participan de diversas tertulias aunque reconocen que las elecciones legislativas de 2025 son una estación intermedia y necesaria. Subrayan en cambio que deben apuntalar el liderazgo de Schiaretti en todo el país y construir una alternativa.
Dialoguistas: Florencio Randazzo, Oscar Agost Carreño, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Miguel Pichetto
Está claro que por convicción y conveniencia algunas ideas mileistas acompañan. En Córdoba el Presidente tiene 66% de aprobación. En parte ese porcentaje explica el apoyo a la Ley Bases y al paquete fiscal y el reacomodamiento de un Llaryora que arrancó la gestión más confrontativa y luego suavizó su mensaje. Ayudaron además los buenos oficios de Guillermo Francos que escuchó algunos de los pedidos de los gobernadores.
Los cordobeses y sus aliados describen un panorama esperanzador respecto de Milei y "proporcional al vacío que dejó el kirchnerismo". Netamente anti-K -no hace falta la aclaración- el grupo empieza a despegarse de un Gobierno que ahora "tiene que demostrar para qué pidió las leyes, cómo resuelve los problemas y por qué demoró seis meses en consensuarlas".
Con toda esa batería ya sancionada y en plena reglamentación, el schiarettismo, el randazzismo, una parte del radicalismo y hasta del PRO, analizan las chances electorales de una fuerza de centro, "o centro popular" que potencie un modelo distinto al de la Casa Rosada. "El Gobierno busca generar dólares a través de un modelo extractivista, que podríamos simbólicamente llamar la Vaca Muerta mientras que nosotros, del otro lado, proponemos la vaca viva productiva".
Para que se entienda la diferencia con La Libertad Avanza mencionan una polémica frase de Milei. "No hay que convertirse en un topo que destruye el Estado, hay que administrar con equilibrio y racionalidad" repiten mientras buscan aliados entre gobernadores y diputados de Unión por la Patria, incluso en Buenos Aires donde aprovechan disputas internas -ahora un tanto apaciguadas por necesidad- entre intendentes, el gobernador Axel Kicillof y el diputado y presidente del PJ Máximo Kirchner.
"Milei el próximo año va a crecer y Hacemos tiene que ser un partido más voluminoso", invitan. De todos modos y aunque algunos lo piden para después de las vacaciones de invierno, aún no se animan a asomar demasiado la cabeza con un encuentro nacional.
