Mañana vence un acuerdo de exclusividad para que la compre CSN (Compañía Siderurgica Nacional). Ya hoy otras ofertas de empresarios argentinos y brasileños, esperando que el acuerdo se caiga y no se extienda para presentarse.
Mañana es el día D para Loma Negra. La gigante cementera de la Argentina -hoy en manos de Intercement, del holding brasileño Camargo Correa- enfrenta el vencimiento de un acuerdo de exclusividad para que la compre CSN (Compañía Siderurgica Nacional), otro gigante brasileño, que está interesado en adquirir las operaciones de Brasil y Argentina.
Si la preferencia de CSN se cae -y no se extiende, que es otra posibilidad-, se abre la carrera para recibir nuevas ofertas. Y ya hay empresarios argentinos interesados en hacer una oferta.
Entre los que suenan más fuerte está el número uno de Pampa Energía, Marcelo Mindlin, que según dicen en el mercado, hace tiempo está tentado por quedarse con la cementera. La propuesta podría ser individual o incluso se habla de la posibilidad de presentarse con Daniel Sielecki, su socio en Transportadora de Gas del Sur (TGS) con Grupo Inversor Petroquímica, y otras firmas del sector de hidrocarburos.
También suenan otros interesados brasileños, que buscarían entrar de alguna forma en la compañía. Según explicó el banco BTG Pactual, asesor para evaluar las alternativas para el grupo, las estrategias son variadas como la entrada de un socio inversor con una colocación privada, una fusión con algún actor estratégico y una venta clásica.
Loma Negra es una compañías emblemáticas del país. Fundada por la familia Fortabat en 1926 y cedida al holding brasileño en 2005 por cerca de u$s 1000 millones (unos u$s 825 fueron para la familia), tiene su planta principal en Olavarría. Supo ser el gran motor de esa ciudad en las últimas décadas, lo mismo que líder en el sector.
En 2021, la compañía hizo su última importante inversión para su segunda línea de producción integrada en la planta L'Amalí, en Olavarría, de u$s 350 millones para incrementar un 40% la capacidad de producción.
En el último reporte de resultados de Loma Negra, del primer trimestre del año, los ingresos netos por ventas se ubicaron en u$s 123 millones, una disminución de 27% interanual, explicado principalmente por una disminución de 31,3% en los volúmenes de venta del segmento cemento.
El EBITDA ajustado consolidado alcanzó los u$s 42 millones, una caída de 33,9% interanual. El Beneficio neto fue de $ 50.703 millones, un 151% superior a los $ 20.200 millones del mismo periodo del año anterior, explicado principalmente por la ganancia financiera total neta. Por su lado, la deuda neta se situó en $177.323 millones (u$s 207 millones).
El CEO de Loma Negra, Sergio Faifman, dijo en aquel momento que "a pesar de la complejidad de la situación, marcada por una importante caída de los envíos, hemos conseguido cerrar un trimestre positivo para la empresa. Logramos registrar un EBITDA ajustado de 42 millones. Nos hemos centrado en proteger nuestra rentabilidad manteniendo un sólido balance. De cara al futuro, somos cautelosamente optimistas y pensamos que probablemente hayamos visto la peor parte de este periodo de transición en términos de niveles de actividad y esperamos una recuperación gradual en los próximos trimestres".
Ahora, el mercado regional espera una definición de cómo sigue la venta de Loma Negra. Para Mindlin, el negocio cierra por la integración que puede lograr con su compañía SACDE, de construcción. Pero a nivel global, la operación es mucho más compleja. Camargo Correa enfrenta un serio problema de deuda, que está llevando al grupo a desinvertir en algunos de los principales mercados donde opera. Según dijo la propia compañía, en los últimos meses recibió "una serie de sondeos y manifestaciones de interés por sus activos".
En la Argentina, Loma Negra tiene también distintas unidades de negocio. Entre ellas, es propietaria de una concesión ferroviaria de 3100 km en Argentina, que conecta cuatro provincias y cinco de sus plantas con los principales centros urbanos y otros localizaciones estratégicas.
