El presidente de los Estados Unidos relanzó su campaña de reelección con una agenda que incluye viajes a swing states y entrevistas en televisión.
Joe Biden ha dicho que "metió la pata" durante su debate con Donald Trump, pero insistió en que seguiría adelante con su candidatura a la reelección a pesar de la creciente presión para que se retire.
"Tuve una mala noche", dijo Biden a una emisora de radio local en Wisconsin en una entrevista pregrabada que se emitió el jueves por la mañana. "Y la verdad es que, ya sabes, metí la pata. Cometí un error".
El presidente de los Estados Unidos agregó que "va a ganar esta elección", repitiendo una línea que ha usado con frecuencia desde el desastroso debate de la semana pasada: "Cuando te derriban, simplemente te levantas".
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La entrevista marcó el comienzo del nuevo esfuerzo de Biden por sofocar una revuelta contra su candidatura desde dentro de su propio Partido Demócrata, con legisladores, operativos del partido y donantes influyentes temiendo que el presidente de 81 años no esté en condiciones de enfrentarse a Trump ni de servir otros cuatro años en la Casa Blanca.
Biden se dirige a un fin de semana decisivo para su campaña, con una parada en el swing state de Wisconsin el viernes y una entrevista en televisión nacional con ABC News por la noche. Viajará a otro estado decisivo, Pensilvania, el domingo.
Biden ha reconocido en privado a algunos de sus aliados más cercanos que no puede permitirse cometer errores en ninguna de las apariciones si quiere recuperar la confianza de su partido.
Pero el jueves, The New York Times informó que el presidente les había dicho a los gobernadores demócratas en una reunión de emergencia en la Casa Blanca el miércoles que necesitaba dormir más y trabajar menos horas, incluyendo evitar eventos después de las 8 PM.
Los gobernadores Tim Walz de Minnesota, Wes Moore de Maryland y Kathy Hochul de Nueva York dijeron a los periodistas en la Casa Blanca después de la reunión que apoyaban a Biden y que el presidente estaba "en forma para el cargo".
La esposa de Biden, Jill Biden, y su hijo, Hunter Biden, han alentado al presidente a permanecer en la carrera.
La fiesta del 4 de julio llegó después de un dramático día para el presidente, con miembros de su propio partido pidiéndole que se retire de la carrera electoral contra Trump y varias encuestas de opinión publicadas el miércoles que muestran una fuerte caída en el apoyo después del debate, dejándolo detrás de su rival republicano.
Muchos demócratas de la Cámara están redactando una carta conjunta pidiendo al presidente que termine su candidatura a la reelección, dijeron dos personas familiarizadas con el asunto.
Walz, Hochul y Moore no fueron los únicos gobernadores que elogiaron a Biden el miércoles. Varios más, incluidos Gavin Newsom de California y Gretchen Whitmer de Michigan, publicaron declaraciones de apoyo en la red social X.
Newsom y Whitmer siguen siendo los favoritos de los donantes para reemplazar a Biden. Los insiders del partido también creen que el presidente apoyaría a su vicepresidenta, Kamala Harris, si decidiera retirarse de la carrera.
Harris, de 59 años, ha tenido bajos índices de aprobación como vicepresidenta, pero las encuestas de opinión desde el debate sugieren que ella tendría un mejor desempeño que Biden contra Trump.
La vicepresidenta dijo al personal de la Casa Blanca en una llamada el miércoles que respaldaba a Biden. "No retrocederemos. Seguiremos el liderazgo de nuestro presidente. Lucharemos y ganaremos."
Trump y sus principales asesores, que se han mantenido con un perfil bajo desde el debate de la semana pasada, han señalado que esperan que Harris reemplace a Biden en la boleta demócrata.
Trump fue grabado en secreto en su campo de golf de Bedminster, Nueva Jersey, diciéndole a la gente que pensaba que Biden "renunciaría". En el video, que se volvió viral tarde el miércoles, agregó: "Eso significa que tendremos a Kamala... ella es tan mala. Ella es tan patética. Ella es simplemente tan jodidamente mala."
