El colesterol es una sustancia que se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo. Es necesario para la producción de hormonas, vitamina D y sustancias que ayudan a digerir los alimentos.
El cuerpo puede producir toda la cantidad de colesterol que necesita. Sin embargo, también lo puede obtener de alimentos como las yemas de huevo, la carne y el queso, que provienen de animales.
La dieta es uno de los pilares clave para limpiar las arterias y bajar los niveles de colesterol. La Dra. Petra Sanz, miembro de la Fundación Española de Nutrición (FEC), escribió "Saber Vivir", la dieta de dos semanas para lograr un cambio en la salud.
Lo que más determina los valores de colesterol son los ingredientes que se incluyen en las comidas y, también, la forma es que se cocinan. Está claro que conviene reducir el consumo de grasas saturadas y evitar los alimentos ultra procesados, y apostar por frutas, verduras, legumbres y alimentos ricos en grasas saludables.
Pero también es cierto que, a veces, cuesta traducir estas recomendaciones generales a lo que uno come en el día a día. Por eso la FEC elaboró una dieta de dos semanas para bajar los niveles de colesterol malo. Estos son los secretos:
Variar los alimentos mejora la fidelidad a la dieta. Así se evita comer siempre lo mismo, lo que aumenta el riesgo de volver a los menús de antes, que pueden no ser tan cardiosaludables.
En el desayuno, incluir pan integral, tomate y aceite de oliva, es un buen ejemplo para cambiar hábitos. Tomar esto en vez de una tostada de pan blanco no implica mucho esfuerzo y, sin embargo, el beneficio que se obtiene es grande gracias a los cereales integrales, que disminuyen el riesgo cardiovascular un 9%; al aceite de oliva (rico en ácidos grasos monoinsaturados), que lo reducen un 15%; y al tomate (bajo en calorías y grasas).
Tomar un puñado a diario contribuye a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL).
Al comprarlos, se debe tener en cuenta que no estén fritos. Además de que no siempre se emplean aceites saludables, al freírlos la cantidad de calorías por ración aumenta, lo que puede favorecer otro de los principales factores de riesgo cardiovascular: la obesidad. Lo mismo ocurre si se les añade sal, pero esta vez lo que se propicia es la hipertensión arterial.
Aunque comer hasta un huevo al día parece que no eleva el riesgo cardiovascular en personas sanas, en quienes ya tienen el colesterol elevado probablemente habría que limitar su consumo a, como máximo, 3 o 4 huevos a la semana.
Completa los menús con las siguientes propuestas para primera hora de la mañana y también para el mediodía y la tarde:
DÍA 1
DÍA 2
DÍA 3
DÍA 4
DÍA 5
DÍA 6
DÍA 7
DÍA 8
DÍA 9
DÍA 10
DÍA 11
DÍA 12
DÍA 13
DÍA 14
El tamaño recomendado de las porciones es: Carnes y aves: 100 g - 125 g. Pescados y mariscos: 125 g - 150 g. Vegetales: 150 g - 200 g. Pasta, arroz y legumbres: 60 g - 80 g. Pan: 40 g (2 rebanadas).