El ayuno intermitente ganó popularidad como una estrategia alimentaria efectiva en los últimos años. Sin embargo, existen varios mitos que rodean esta forma de alimentación y la ciencia intentó derribarlos.
Estos 4 mitos no solo afectan la percepción popular sobre este plan de alimentación, sino que también pueden influir en las decisiones nutricionales de las personas. ¡Conocé cuáles son y las justificaciones científicas para derribarlos!
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Uno de los riesgos del ayuno intermitente es la percepción errónea de que comer libremente puede llevar a consumir azúcares refinados, grasas de baja calidad y alimentos poco saludables, según explica el sitio web Vitonica.
Sin embargo, estudios científicos indican que no se producen cambios significativos en el porcentaje de energía proveniente de carbohidratos, proteínas y grasas, y no se observa un abuso de estos productos poco saludables.
Un mito común sobre el ayuno intermitente es que fomenta un comportamiento alimentario descontrolado y el consumo excesivo de alimentos poco saludables. (Foto: Freepik)
En los estudios que exploran la relación entre el ayuno intermitente y trastornos alimentarios como la anorexia, bulimia y atracones, generalmente se excluye a personas con historial de estos trastornos. Esto se debe a que las personas con predisposición a los trastornos de conducta alimentaria (TCA) no deberían practicar el ayuno intermitente.
Es importante aclarar que el ayuno intermitente no causa TCA, pero se recomienda evitar esta práctica en personas que han tenido estos trastornos o que tienen una predisposición, como los adolescentes con obesidad.
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Cuando perdemos peso mediante un régimen, es importante considerar si la pérdida proviene de grasa o de masa muscular. El ayuno intermitente controlado no parece afectar más la masa muscular que otras dietas, pero es crucial cuidar ciertos aspectos.
Para proteger la masa muscular con el ayuno intermitente y cualquier dieta, es clave aumentar la ingesta de proteínas y hacer entrenamiento de resistencia. Durante ayunos de 24 horas, no consumir proteínas puede ser problemático. Una opción más segura es el ayuno intermitente modificado con mayor consumo de proteínas.
El ayuno intermitente controlado no parece causar una pérdida significativa de masa muscular en comparación con otras estrategias dietéticas. (Foto: Freepik)
El ayuno intermitente no parece alterar las hormonas sexuales como el estrógeno y la testosterona. La fertilidad y la libido tampoco parecen afectarse durante el ayuno.
La falta prolongada de alimentos puede impactar las hormonas sexuales y, por consiguiente, la fertilidad y la libido, pero esto no se atribuye directamente al ayuno intermitente en sí, sino más bien a una dieta inadecuada. La restricción crónica severa de alimentos podría influir negativamente en la salud hormonal.
