La desregularización del Gobierno de Milei plantea un futuro incierto para el usuario final del sector
Hace escasas semanas que el Gobierno de la Nación Argentina que dirige Javier Milei llevó a cabo un nuevo movimiento un tanto polémico en su intento desesperado por tratar de bajar la inflación en la República. Telefonía móvil, internet y televisión por cable fueron el objeto de cambio en esta ocasión con la desregulación de sus tarifas.
La administración de Alberto Fernández ató en corto los servicios de las tecnologías de la información y comunicación durante su mandato, al considerar el acceso a la red y derivados como una prestación básica y fundamental para los ciudadanos argentinos. La pandemia de covid-19 empujó en 2020 a Fernández a aprobar un decreto en el que se daban estas garantías.
Pero con la nueva ordenanza aprobada por Milei, la medida queda anulada y por tanto el Estado deja de imponer límites a los precios de las compañías del sector, lo que les permitirá competir con total libertad. Se abre así un periodo incierto en el que se prevén aumentos en los costos de las TIC, aunque el ejecutivo considera interesante el hecho de que la oferta aumente para los usuarios y esto produzca un beneficio en cuanto a calidad y un efecto bajada a largo plazo.
Durante los últimos cuatro años las factorías del ámbito tecnológico encontraron resquicios en la ley anterior para poder seguir aumentando los precios y saltarse el límite fijado por la gobernanza. Las más osadas llegaron a presentar recursos ante la justicia argentina que finalmente prosperaron y dejaron sin efecto algunos de los propósitos de Fernández.
La era Milei solo garantizará de manera un tanto ambigua en cuanto al texto ratificado que los precios "deberán ser justos y razonables", además de que el servicio básico telefónico si que continúa siendo una materia de ámbito público. La consultora EcoGo estima que a partir de 2018 el servicio de telefonía e internet en Argentina aumentó un 1631%.
A pesar de que las consecuencias reales del movimiento continúen siendo un enigma a estas alturas de 2024, lo cierto es que un encarecimiento en los precios de acceso a internet y celular no parece resultar una gran noticia ni para los negocios que se benefician de ello ni para el consumidor final.
El juego en línea es el primero que se lleva un gancho directo al rostro. Según datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos, son 2.500 millones de dólares los que mueve una industria regulada recientemente a través de las diferentes normativas adoptadas por cada provincia argentina, lo que le situaba en claro aumento año a año. El Gobierno Central se desmarcó en la idea de poder elaborar una ley nacional sobre ello.
No obstante, sí que ha instado a los departamentos a imponer límites en la concesión de licencias a los operadores de juego online. Crear programas de juego responsable a nivel provincial y obligar a las empresas a cumplirlos son medidas que han ido más en pro de la regularización que de la desregularización, al contrario de la que propone ahora Milei en el área que auspicia al entretenimiento en la red.
Otro que va a sufrir dificultades es el sector del eCommerce, que ya para este año 2024 venía planeando medidas que evitaran una caída masiva en su consumo. A pesar de que el último ‘Estudio Anual' presentado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico indicó aumentos tanto en facturación como en ventas, los negocios se muestran pesimistas para los años venideros debido a la inflación.
Milei ha sido flexible con estos al ampliar el límite para las compras en el exterior, establecido por la administración Fernández, de los 1.000 USD a 3.000 USD y sacar a Argentina de un régimen tan estricto como el que tenía en este sentido. Aun así ha exigido a las corporaciones límites en el uso de IA y ha mirado por los derechos de los compradores, lo cual no ha gustado demasiado en el seno del comercio en línea.
Y el que también podría registrar caídas es el área de la propia televisión por cable. El Ente Nacional de Comunicaciones establece que casi 10 millones de usuarios utilizan este servicio en Argentina, lo que sitúa al país entre los que mayor penetración de esta función registra en toda América Latina, según cifras de Statista. Más de 7 millones de clientes acceden a través de cable módem y más de 2 millones mediante tecnología satélite, muestra ENACOM.
Estos números se verían amenazados si los proveedores optan por subir los precios. La contratación de servicios conjuntos en forma de paquetes puede convertirse en una solución para abaratar los recibos, así como el perder el miedo a cambiar frecuentemente de compañía, pues las propuestas de captación de nuevos clientes siempre conllevan algún beneficio diferente.
