Joe Biden se retiró a Camp David para prepararse para el primer debate presidencial de las elecciones de 2024, una oportunidad crucial para cambiar el impulso de su campaña de reelección.
El presidente estadounidense se encamina al debate de este 27 de junio golpeado por índices de aprobación persistentemente bajos y una sucesión de videos virales que han puesto de relieve su avanzada edad y desencadenado ataques republicanos sobre su idoneidad para el cargo.
A poco más de cuatro meses de la elección de noviembre, la principal misión de Biden durante el debate con Donald Trump en Atlanta será demostrar que sigue siendo apto para el cargo a sus 81 años, al tiempo que buscará resaltar el contraste con el carácter y las políticas del expresidente.
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La primera tarea de Biden será "demostrar que no está disminuido y que es capaz de desempeñar las funciones presidenciales en un segundo mandato", dijo Allan Lichtman, profesor de Historia de la American University.
Sus otros objetivos deben ser ofrecer una "visión para un segundo mandato", "corregir ideas erróneas sobre la economía estadounidense" y "subrayar los peligros que Donald Trump representa para el Estado de derecho y la democracia estadounidense", añadió Lichtman.
Biden recibió un impulso la semana pasada cuando tomó la -estrecha- ventaja por primera vez este año, según el promedio nacional de encuestas de Fiveethirtyeight.com, después de achicar la brecha previa de Trump en las últimas semanas. Biden lidera ahora por 0,1 puntos porcentuales a nivel nacional.
Una encuesta de Fox News publicada la semana pasada también mostró que se había producido un cambio de siete puntos a su favor desde marzo; mientras que Trump lideraba por 5 puntos hace tres meses, ahora Biden está arriba por 2 puntos.
Pero el presidente ha luchado por lograr avances más amplios que lo sitúen en una posición más cómoda de cara a la convención republicana de julio y la convención demócrata de agosto.
En los estados clave de Michigan y Wisconsin, la carrera está prácticamente empatada, y en Pensilvania, Trump tiene una ligera ventaja. En los swing states del Cinturón del Sol, como Arizona, Georgia y Nevada, Biden está más rezagado, según las encuestas de Fivethirtyeight.com. Mantener la mayoría de estos estados será crucial para conservar la Casa Blanca.
"[Biden] necesita sacudir las cosas", dijo el veterano analista político estadounidense Charlie Cook. "Los debates no suelen hacerlo, pero sin duda podrían. No se conocen muchos puntos de inflexión potenciales en las carreras presidenciales, pero los debates son ciertamente una posibilidad".
En la campaña de 2020, Biden tuvo un desempeño relativamente fuerte en los debates contra Trump, pegándole repetidamente con líneas campechanas que incluían "¡Vamos hombre!". Pero mientras que en algunas ocasiones, como el discurso sobre el Estado de la Unión en marzo, se ha mantenido agudo, en otras ha tropezado con sus palabras. A pesar de que Trump es a veces más incoherente y extremista en sus comentarios, son las torpezas de Biden las que han acaparado la atención.
En una señal de la importancia que el equipo de campaña de Biden le está dando al debate, el presidente viajó a su retiro de Camp David para prepararse para el enfrentamiento con Trump. Ron Klain, exjefe de gabinete de la Casa Blanca y asesor durante muchos años, fue su entrenador para el evento.
Un funcionario de la campaña dijo esperar un enfoque agresivo. "El presidente se ha vuelto cada vez más mordaz en sus recientes comentarios sobre Trump y planea llevar ese tema hasta el debate, mientras sigue proyectándose como el líder sabio y firme en contraste con el caos y la división de Trump", dijo el funcionario.
Los principales ataques a Trump se centrarán en que "está destruyendo los derechos reproductivos, promoviendo la violencia política y socavando nuestras instituciones democráticas, y cumpliendo las órdenes de sus donantes multimillonarios para financiar regalos fiscales a los más ricos y a las empresas, perjudicando a las personas mayores y a la clase media", dijo el funcionario.
El equipo de Trump está apuntando a Biden por su edad y su capacidad para superar la noche del debate. "El presidente Trump se enfrenta a varias entrevistas cada semana y da largos discursos de pie, demostrando una resistencia de élite", le dijo Jason Miller, un alto asesor de Trump, al Financial Times. Añadió que el expresidente no necesitaba "ser programado por el personal" ni "inyectarse con productos químicos" como Biden.
Cook dijo que aunque los "tres años y siete meses" que separan a Biden (de 81 años) y a Trump (que acaba de cumplir 78), no deberían ser "un problema", "la diferencia de edad entre ambos parece mayor de lo que es en realidad", lo que agrava las vulnerabilidades del presidente demócrata en otros temas, como los persistentemente altos niveles de inflación.
"Para los votantes indecisos, todo se reduce a qué les molesta más, la personalidad y el comportamiento de Trump, o la gestión de Biden de la economía", dijo Cook.
Antes del debate, el equipo de Biden lanzó una nueva campaña publicitaria de u$s50 millones en televisión en los swings states, donde ataca a Trump por ser un delincuente "desquiciado". Esto se produce tras su condena penal en Nueva York por falsificación de documentos comerciales para ocultar el pago por silencio a la actriz porno Stormy Daniels.
Esto marca el intento del equipo de Biden por tratar de recordarles a los estadounidenses lo que consideran los defectos fundamentales en la aptitud de Trump para el cargo, algo en lo que probablemente seguirán martillando en el período previo a las elecciones.
Pero los estrategas dicen que Biden no puede subestimar la oportunidad del debate para ubicarlo en un lugar en el que pueda superar a su rival.
"Biden necesita el debate para cambiar el impulso a su favor", dijo Kevin Madden, estratega republicano y asesor de la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012 en la consultora Penta Group en Washington.
"Las campañas ganadoras siempre tienen una fuerte sensación de impulso, y ahora mismo incluso los partidarios más firmes de Biden admitirían que la sensación actual es que Biden está a la defensiva, jugando a ponerse al día", añadió.
