El consumo indiscriminado de bebidas alcohólicas puede generar graves problemas de salud.
El consumo de alcohol puede tener un impacto significativo en tu cuerpo si lo hacés todos los días. Aunque tomar vino o cerveza con amigos está normalizado en situaciones sociales, sus efectos en el organismo son profundos y variados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre los riesgos asociados con la ingesta diaria de las bebidas que contienen niveles elevados de alcohol, que van desde los trastornos mentales hasta enfermedades hepáticas o cardíacas.
El consumo regular de alcohol conlleva peligros para la salud que a menudo pasan desapercibidos. Estas repercusiones en el cuerpo, son un factor causal de más de 200 enfermedades y trastornos de salud, según la OMS.
Esta amplia gama de problemas de salud asociados con el consumo de alcohol, afectan a múltiples sistemas del cuerpo. Estos riesgos no son evidentes a simple vista, lo que se alinea con la idea de que la sociedad tiende a subestimar los peligros de tomar alcohol todos los días.
La ingesta diaria de alcohol está relacionada con más de 200 enfermedades y trastornos de salud, según la OMS (Fuente: Pexels)
Según el portal CuidatePlus, estos son algunos de los principales impactos del consumo cotidiano de alcohol en el cuerpo:
El alcohol afecta la química del cerebro, lo que puede llevar a trastornos mentales y de comportamiento. El consumo diario puede causar dependencia, ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.
El hígado es uno de los órganos más afectados por el alcohol. Consumirlo todos los días puede llevar a la acumulación de grasa en el hígado (esteatosis hepática), inflamación (hepatitis alcohólica) y, eventualmente, a la cirrosis hepática, una enfermedad irreversible.
El consumo continuo de alcohol puede provocar problemas hepáticos graves, incluyendo la cirrosis y la hepatitis alcohólica (Fuente: Pixabay)
El alcohol puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de desarrollar arritmias y miocardiopatía alcohólica. Consumir alcohol todos los días incrementa significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Al debilitar el sistema inmunológico, el alcohol aumenta la susceptibilidad a enfermedades infecciosas, incluyendo la neumonía y la tuberculosis.
El consumo diario de alcohol afecta el sistema nervioso central y periférico, causando problemas de coordinación, memoria y juicio. A largo plazo, puede conducir a enfermedades neurodegenerativas.
El consumo regular de alcohol puede causar esofagitis y gastritis, y aumentar el riesgo de desarrollar úlceras pépticas. También se asocia con un mayor riesgo de cáncer en el tracto digestivo, incluyendo el cáncer de esófago, estómago y colon.
Durante el embarazo, el consumo de alcohol puede causar el síndrome alcohólico fetal, que puede resultar en malformaciones físicas, retraso mental y problemas de desarrollo en el feto. No hay una cantidad segura de alcohol durante la gestación.