El 21 de junio marca un momento significativo en el hemisferio sur: el solsticio de invierno. Se trata de una ocasión perfecta para realizar un ritual de renovación energética.
Descubrí el significado ancestral del solsticio y cómo llevar a cabo un sencillo, pero poderoso ritual en tan solo 15 minutos. ¡Te ayudará a recargar energías y prepararte para los nuevos ciclos!
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El solsticio de invierno ocurre cuando el Sol alcanza su mayor declinación en latitud, medida desde el ecuador. En este momento da inicio la estación invernal desde la perspectiva astronómica, de acuerdo a National Geographic.
Durante esta fase, el astro estará en su punto más bajo en el cielo, lo que se traduce en el día más corto del año para las zonas del sur. El invierno astronómico durará 94 días, hasta el próximo equinoccio de primavera, que llega en septiembre.
El solsticio de invierno representa un tiempo de introspección y preparación. Es el momento más "pasivo" del año, en el que por momentos te podés sentir triste. Sin embargo, es ideal para recargar energías y purificarse antes de la llegada de la primavera.
En muchas culturas, este cambio de estación simboliza renovación y renacimiento, y se celebra con diversos rituales en todo el mundo.
En Argentina, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, las culturas indígenas conmemoran el solsticio con rituales que marcan el inicio de un nuevo ciclo tanto para la naturaleza como para el ser humano.
Los pueblos originarios, como los mapuches, honran este momento cósmico con celebraciones como el Wiñoy Xipantu o el Machaq Mara, festividades que celebran el regreso del sol y la esperanza de renovación.
Para aprovechar al máximo la energía del solsticio de invierno, se puede realizar un ritual de renovación energética. Este ritual ancestral es muy simple, pero poderoso.
Hay que realizarlo preferentemente durante las primeras horas del 21 de junio. Si no es posible, también puede hacerse en la noche.
Este ritual busca la concreción de proyectos personales, como también la renovación de nuestras energías en armonía con los ciclos naturales.
Asimismo, al agradecer y visualizar nuestros deseos, conectamos con el orden cósmico y las leyes de la naturaleza, alineándonos con la energía del solsticio para comenzar una nueva etapa.