El economista Miguel Kiguel se refirió al último índice de inflación del INDEC, que rompió la barrera de los dos dígitos al marcar 8,8% en abril, y a la necesidad de salir del cepo cambiario.
"Creo que el número está un poco mejor de lo que se esperaba, sobre todo a principios de mes. Hubo expectativas de que a nivel nacional el número fuera más bajo, pero yo creo que implica un progreso importante", planteó en una entrevista con Radio Rivadavia.
"Lo peor ya pasó en términos de inflación, si bien uno espera que las cosas mejoren, creo que seguramente va a llevar tiempo bajar la inflación a niveles mucho más bajos, pero me parece que se están encaminando desde el punto de vista financiero o inflacionario la situación argentina", agregó.
Sin embargo, pese a la baja de la inflación, el economista advirtió que "estamos en un proceso de desinflación que tiene su fragilidades". "Estamos viendo la baja, pero todavía es muy temprano para dar un veredicto final sobre la situación", alertó.
En este sentido, sentenció: "Todavía no es una situación que digamos podemos respirar tranquilos, estamos en un proceso de desinflación donde hay desafíos, pero lo importante que se está avanzando bien".
Por último, el economista se refirió a la salida del cepo cambiario.
"El levantamiento del cepo es una es una fase importante para que la economía empiece a funcionar normalmente. Sabemos por ejemplo que en la época de gobierno del anterior, los controles eran un obstáculo para importar o haya insumos. Yo creo que eso ya se achicó muchísimo, se está normalizando y bastante", observó.
No obstante, criticó que "las empresas todavía no se pueden manejar cómodamente con los dólares y los pesos" y señaló que cuando pasa eso no invierten en el país.
"La economía se puede recuperar con cepo, pero no va a ser un crecimiento genuino. No vamos a poder desarrollar todo el potencial que tiene Argentina y va a ser difícil erradicar la pobreza mientras estemos con todas estas restricciones", concluyó.