Cesión de deuda. Son las tres palabras de moda, las que más se escuchan entre los importadores que quieren pagar al exterior a un tipo de cambio que no sea tan elevado como con el Bopreal.
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De hecho, cada vez son más las empresas que recurren a mecanismos que ofrece el mercado de capitales como la cesión de deuda, para que sea un tercero quien a cambio de una comisión cancele la obligación con el proveedor. Para ello se instrumentan contratos entre las partes y de esa manera la empresa cumple con las normas cambiarias.
Las gestionan los más grandes brokers financieros o Alyc, cuyos costos cambian en función de la operación, pero rondan el 5%.
Se celebran contratos entre la empresa deudora y la empresa financiera. La primera cede la deuda a una empresa financiera que se encarga de cancelar la deuda en el exterior con el proveedor.
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"Es similar a un factoring, pero el que cede la factura es quien debe, no quien la emite. Al ceder la deuda, la empresa deudora entrega a la que recibe la deuda el valor de la factura al tipo de cambio del mercado financiero más una comisión", explica Yanina Lojo, titular de la consultora de comercio exterior que lleva su apellido.
Cuenta que el Bopreal hoy ha perdido atractivo debido a que el tipo de cambio implícito es muy alto cuando se hace todo el circuito de adquisición en el mercado primario, venta en el secundario, e ingreso al mercado financiero para la compra de la diferencia entre el precio de venta y el valor nominal.
En el caso de las pymes que declararon deuda por montos inferiores a u$s 500.000 pueden ingresar a mercado y cancelar estás obligaciones al tipo de cambio oficial. Pero el impacto del impuesto PAIS no es menor. Algunas operaciones corresponden a fechas anteriores a su establecimiento y otras se hicieron con una alícuota inferior.
Al momento de acceder al mercado, la entidad financiera liquida el impuesto PAIS a la alícuota actual y al tipo de cambio del día del acceso.
Y en el caso de la importación de bienes, el pago a cuenta realizado al momento de la nacionalización se toma a la alícuota y tipo de cambio del despacho. Por lo tanto, Lojo advierte que el impacto es doble: por la suba de la alícuota en aquellos casos en donde pasó del 7,5% al 17,5%, y por la devaluación.
Dado que la brecha se encuentra en valores mínimos, muchas empresas han optado por realizar la apertura de una cuenta propia, de la empresa importadora, en el exterior para a través del CCL hacerse de dólares en otra plaza y de ahí pagar sus deudas.
Obviamente, son empresas que hace más de 90 días que no operan en el MULC y que pierden su acceso por el mismo plazo.
En general, por una cuestión de costos muchas empresas han optado por abrir cuentas en los Estados Unidos, y no en plazas más cercanas. Aún con las estrictas normas que se deben cumplir. Y no solo se está utilizando para deuda stock, sino también para operaciones nuevas.
"Si bien hubo flexibilizaciones aún no se permite el pago anticipado. Para muchas empresas sin realizar pago anticipado no hay posibilidad de realizar el negocio. El proveedor no libera la carga o ni siquiera coloca la orden de compra".
"Entonces al hacerse de fondos en el exterior a través del CCL pueden operar respetando los plazos que el proveedor solicite. Además, mecanismos como la prefinanciación de importaciones por el momento son de difícil acceso para las pymes tanto por oferta como por costos", concluye Lojo.