Ante un llamado de alerta por los números de pobreza que no bajan y una situación de conflictividad social en aumento, el Gobierno decidió reforzar la ayuda social, el reparto de alimentos en comedores escolares y también evalúa una suba en las asignaciones familiares.
Hay una preocupación no explícita del Gobierno respecto de los datos de pobreza y su impacto que no cesa en los sectores medios. Se trata de los "nuevos trabajadores pobres". Es decir, la clase media que ha caído a la pobreza en los últimos meses.
De cara a esta problemática que puso un llamado de atención a la Casa Rosada, por decisión expresa del presidente Javier Milei y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, se empezó a desplegar un esquema de ayuda social que tiene tres patas: aumento de comedores escolares, incremento permanente de la Tarjeta Alimentar y una redefinición de los montos de las asignaciones familiares por hijo.
Según explicaron a El Cronista fuentes calificadas de la Casa Rosada, el incremento de la ayuda alimentaria se está dando con un aumento de los comedores escolares: se pasó de unos 4.000 comedores que había hasta fin del año pasado a 9.400 que hay en proceso. La intención de Milei es llegar a 10.000 comedores escolares antes de mitad de año.
La decisión del Gobierno de aumentar la ayuda alimentaria por medio de los comedores escolares estuvo atada a las auditorías que se llevaron delante de los programas de reparto de alimentos donde se detectaron irregularidades y a la vez se decidió eliminar las ONG o movimientos sociales como intermediarios.
El programa de Abordaje Comunitario Tradicional que sustenta estos comedores se articula con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). En este marco, se realizan transferencias de fondos a organizaciones de la sociedad civil para complementar las raciones de los servicios de alimentos llevados a cabo por comedores y merenderos.
Más allá de los comedores que estaban en funciones en el Gobierno detallaron los comedores sustentados por ese programa se dan a Caritas Nacional se le entregó $ 559.839.620 para 413 comedores; a Caritas Directos, $871.188.704 para 700 comedores; Hogares: $ 42.804.229 por 90 comedores. Esto es en total para Caritas hubo $1.473.832.553 por 1203 comedores; en tanto para ACIERA fueron $ 177.600.000 por 700 comedores.
Desde la Casa Rosada dijeron que se reforzó la ayuda en los comedores escolares y hubo una "profunda limpieza de irregularidades" y detallaron que el presupuesto en los comedores escolares se duplicó con comodidad. Pero en el Gobierno aclararon que ahora los comedores escolares no dependen de ONGs "ligadas al kirchnerismo" ni otra fuerza política. "Había una demanda real de alimentos que se está atendiendo, pero sin irregularidades", dicen en la Casa Rosada.
En febrero del año 2024 se puso en marcha un programa de auditorías de la inscripción al Registro Nacional de Comedores y Merenderos. Allí se detectó que un total de 2646 espacios, de los cuales 1247 no pudieron ser validados como comedores o merenderos. Del total de comedores que no pudieron ser validados, en casi la mitad de los casos (609 espacios) en el lugar nunca funcionó o hace tiempo que no funciona un comedor; en el 26% de los casos (327 espacios), los datos de la preinscripción no coinciden con los reales (direcciones inexistentes). De los 1032 comedores que no pudieron ser identificados como tales, el 33% no funciona más como tal.
En el Gobierno admiten en reserva que el número de 41,7% pobres que dio el INDEC correspondiente al segundo semestre del 2023 se ha quedado desfasado de la realidad. El Observatorio de la Deuda Social de la UCA alertó que la pobreza ronda en el orden del 57,4%.
Por otra parte, el Gobierno ya dio un aumento en abril para la Tarjeta Alimentar y el mes que viene dará otro incremento de este programa del 12,5%.
El Ministerio de Capital Humano que maneja el programa de Tarjeta Alimentar cree que esta es una herramienta "muy útil" para atender de manera directa la pobreza sin intermediaciones. Por el momento, la Casa Rosada asegura que sustentará este programa como paliativo indispensable para amortiguar el golpe de la crisis económica en los sectores vulnerables.
En tanto, la tercera pata del plan del Gobierno para atenuar el impacto de la pobreza y sobre todo en aquella clase media empobrecida es ofrecer un incremento en el monto de las asignaciones familiares. Esto apuntaría a aquellos trabajadores del sector formal que se encuentran con salarios que no superan los $ 2,1 millones mensuales por grupo familiar.
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La decisión de aumentar las asignaciones familiares por hijo apunta a dar un alivio a los trabajadores en relación de dependencia y de esta manera atender a sectores medios y bajos. "Es vital poner la cabeza en los sectores que están con trabajo pero que no pueden llegar a fin de mes", admitió un funcionario del gobierno.
Para el presidente Milei la idea de atender a los sectores formales de la economía que hoy están golpeados por la pobreza será imprescindible para evitar que haya un mayor aumento de la informalidad laboral.
