El amor no tiene edad y, por ello, no es la primera vez, ni será la última, que a 'First Dates' ( Cuatro ), acuden personas de avanzada edad con la ilusión de encontrar a su media naranja. Así, este miércoles, Antonio y Elena llegaban al programa de la cadena de Mediaset con toda la actitud y predisposición de conocer a alguien que les hiciera creer de nuevo en el amor. Sin embargo, esa predisposición se vio rota por parte del soltero octogenario cuando nada más ver a la que iba a ser su cita sacó su versión más superficial frenando cualquier opción de que el encuentro terminara de forma satisfactoria. Elena, de 78 años y del municipio sevillano de San Juan de Aznalfarache, era la primera que era recibida por Carlos Sobera , presentador de ' First Dates ', y se presentaba como una fan de Bad Gyal, que no tenía ningún problema en ir de discoteca con su hija y su nieta. Por la otra parte, llegaba Antonio, un hombre de 85 años, que ofrecía a su cita un ramo de flores con la que la conquistaba de inmediato. Sin embargo, a pesar de llevar tan romántico detalle, la mujer no fue del gusto del soltero que sacó su lado más superficial para rechazarla nada más verla. «Tiene muchas arrugas, tiene el cuello y el pecho muy feo», afirmaba el hombre ante las cámaras de ' First Dates' usando un argumento de lo más superficial, mientras que Elena opinaba todo lo contrario. «No es feo, está bien de cara y viene bien vestido, eso es importante», manifestaba la mujer en el programa de Cuatro que se ilusionaba con Antonio. [Una joven va al ginecólogo y no da crédito con lo que se encuentra dentro de la consulta: «Fue impactante»] A pesar de que Antonio ya le había puesto la cruz a la soltera, la cita siguió adelante reflejando las diferencias que existían entre ambos. Tras la cena, el octogenario se plantó ante el equipo de 'First Dates' por su propuesta de ir al reservado con Elena. «Si me hubiera gustado, soy el primero que pido entrar y conversar con ella», replicaba Antonio que en la 'Decisión final' de 'First Dates ' daba ' calabazas ' a Elena, que sí apostaba por una nueva cita , porque, según él, no había tenido «ese tilín» con ella.
