Santa Cruz de Tenerife ha recibido 2,5 millones para demoler el mamotreto de Añaza, un hotel abandonado desde hace 50 años que rompe la línea de costa con 22 plantas de altura y en ruinas. La construcción comenzó en 1973 como un proyecto de hotel con 741 apartamentos, pero apenas dos años después, en 1975, fue abandonada. Aunque hoy llamaría poderosamente la atención que se construyese un edificio de estas dimensiones en un espacio natural y paisajístico de estas características, la licencia fue concedida de acuerdo a la legalidad vigente en aquella época y en el marco de los planes especiales de Interés Turístico. El edificio, que empezó a construirse al borde de un acantilado en la costa de Añaza, culminó solo su estructura en forma de Y griega y 22 pisos de altura. El inmueble a medio edificar ocupa una superficie de 2.350 metros cuadrados aunque su proyecto incluía más de 40.000 metros cuadrados. A pesar de los problemas de seguridad, accidentes y el impacto paisajístico negativo, desde hace medio siglo este expediente lleva dado vueltas en los despachos hasta que este mes se ha dado un «paso decisivo» para resolver esta problemática. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y el Gobierno de Canarias avanzan al fin hacia la demolición de una de las construcciones que más problemas ha dado al municipio: el hotel a medio terminar que se alza en la costa de Añaza y la posterior renaturalización del espacio que ocupa y su entorno. Este año 2025 se prevé proceder a la expropiación del suelo antes de la aprobación definitiva del proyecto. Después de esto se sacará a licitación la demolición del edificio, algo que permitirá cerrar un expediente que se lleva gestionando desde el año 2018. El Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Transición Ecológica y Energía, ha otorgado al Ayuntamiento capitalino una subvención directa en materia de Cambio Climático, de 2,5 millones de euros, para financiar la demolición de esta edificación abandonada desde hace casi cinco décadas. El área que dirige Zaida González, la concejala de Urbanismo, dispone un plazo de 36 meses para ejecutar dicha demolición. El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, ha destacado la importancia de esta acción. Comenta que «se trata de un compromiso que asumimos con los vecinos de Añaza, y de todo Santa Cruz, que hoy podemos decir que está más cerca de cumplirse». El consejero de Transición Ecológica, Mariano Hernández Zapata, ha explicado que esta demolición «repercutirá de manera directa en la recuperación paisajística y mejorará la biodiversidad de la zona afectada, dando la opción a generar un nuevo espacio verde en la ciudad». El Ayuntamiento confía en que la demolición de esta infraestructura sea el paso definitivo para devolver la calidad de vida a los vecinos de Añaza y transformar el entorno en un espacio seguro y atractivo para todos.