Han pasado pocos días desde que comenzó 2025 y ya se han publicado distintas estadísticas que apuntan que el pasado ejercicio desde el punto de vista productivo de Córdoba fue muy positivo. Uno de esos estudios es el que presentó recientemente Analistas Económicos de Andalucía, que señala entre sus previsiones el fuerte crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la provincia durante el último año. Sus estimaciones son que esa tasa de mejora se habrá situado al término de 2024 en un 2,3 por ciento. Aunque es verdad que esa cifra se encuentra por debajo de la correspondiente al conjunto de la comunidad autónoma (+2,7%) y del país (+2,8%) supone un claro avance en relación a lo ocurrido en la anualidad anterior, cuando el aumento de la riqueza fue solo del 0,5 por ciento. Son varios los factores que se encuentran detrás de esta tendencia alcista, según explica el grupo de estudios dependiente de Unicaja al analizar múltiples datos de distintas actividades. El sector servicio es el principal baluarte de la economía cordobesa. Por un lado, el número de turistas que se alojaron en establecimientos hoteleros ubicados por toda la provincia entre enero y julio del pasado año se incrementaron un 6,7 por ciento con respecto al mismo periodo de 2023. El mercado extranjero sustenta este crecimiento con un aumento de casi el 24 por ciento frente al descenso del 3,6 por ciento de los visitantes nacionales. Las pernoctaciones también se elevaron un 6 por ciento y el grado de ocupación de los hoteles fue de algo más del 47 por ciento, 2,3 puntos por encima del dato contabilizado 12 meses atrás. Dentro de la actividad terciaria, también destaca la trayectoria del comercio exterior de las empresas cordobesas. En el primer semestre de 2024 las exportaciones alcanzaron un valor monetario de 1.662,7 millones de euros. El cobre y los productos ligados a este material acaparan el primer lugar de las ventas fuera de España, pero destaca en este caso el alza del sector olivarero, algo que, en gran parte, se debe al elevado precio del aceite que se registraba en ese momento. La construcción también vive un momento dulce. Es llamativo el ascenso hasta mayo del 134 por ciento de las viviendas visadas por el Colegio de Arquitectos. Es la subida más elevada de todas las contabilizadas en Andalucía, cuyo avance fue únicamente del 14,3 por ciento. Del mismo modo, la compraventa de inmuebles experimentó en ese ciclo temporal un aumento del 3 por ciento, una tasa no demasiado elevada, pero que destaca por el hecho de que en la comunidad autónoma y a nivel nacional la tendencia fue la contraria. El punto negro es para la licitación de obra civil, con un retroceso de casi el 19 por ciento. En materia laboral las noticias también son alentadoras. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre apuntan que el número de parados descendió más un 20 por ciento, mientras que los ocupados crecieron un 6,3 por ciento. Las estadísticas del desempleo registrado de todo el año, que se conocieron la semana pasada, corroboran esta buena tendencia. Sin embargo, Analistas Económicos ve nubarrones para 2025 al asegurar «la tasa de crecimiento en general podría moderarse en un contexto de menor creación de empleo y de menor dinamismo de la actividad en el sector servicios». El documento añade que «el crecimiento de la demanda turística se ha ralentizado» sobre todo en algunos países emisores. Del mismo modo, el estudio apunta que «las tensiones comerciales y geopolíticas, especialmente los conflictos en Oriente Medio, continúan representando una de las principales incertidumbres, a lo que habría que unir en el ámbito interno el ajuste de las cuentas públicas».
