El inicio del año 2025 en Sevilla ha estado marcado, como es tradición, por la celebración de diversos besamanos y actos de culto solemne. El Señor de Pasión, en su venerado besapiés, ha inaugurado el calendario cofrade anual en la iglesia del Salvador, atrayendo a numerosos fieles y devotos en un ambiente de recogimiento. El Señor de Pasión se presentó en su tradicional besapiés del primer fin de semana del año con toda la majestad que lo caracteriza, luciendo sus atributos de pasión: la corona de espinas y las potencias, que subrayan su carácter divino y su sacrificio redentor. La imagen estaba enmarcada en la capilla sacramental de la iglesia del Salvador, un espacio de gran belleza arquitectónica que añadió solemnidad al acto. Destacó especialmente la elección de la túnica bordada, obra de Patrocinio López en 1868. Esta pieza es considerada una de las grandes joyas del bordado en el ámbito cofrade sevillano, mostrando una riqueza de detalles y un nivel de maestría que la convierten en un verdadero tesoro patrimonial. La estrecha relación de esta bordadora con la hermandad de Pasión queda reflejada, como hermana que era, en otras obras que realizó para la corporación, como el manto de la Virgen de la Merced y los ricos bordados que vestía San Juan Evangelista en este besapiés. En la parroquia de San Ildefonso, el pasado viernes, coincidiendo con la festividad del Dulce Nombre de Jesús, se celebró un emotivo y significativo besamanos extraordinario al Señor Cautivo. Este acto de cultopermitió a los fieles acercarse a una de las devociones más queridas del barrio de una imagen que no es titular de ninguna hermandad y cuenta con una devoción importante que se renovará el próximo mes de marzo. El día del Dulce Nombre de Jesús, el Niño Jesús de la sacramental del Sagrario se presentó luciendo sus mejores galas. Esta venerada imagen de Juan Martínez Montañés es el modelo de esta devoción en infinitos rincones de la geografía española. La hermandad celebró una función solemne. Otro de los actos tradicionales de la Epifanía en Sevilla es el besamanos de la Pastora de Capuchinos coronada. La Virgen, que durante las semanas previas ha presidido el Nacimiento del convento, desciende al presbiterio para recibir el cariño y devoción de sus hermanos y fieles. Como es habitual, la Divina Pastora se presentó portando al Niño Dios en su regazo, destacando la ternura y calidez de esta estampa que une la maternidad divina con el misterio de la Navidad. Estrenó la condecoración concedida por la orden Isabel la Católica donada por Antonio Mejías Guerra, más una pareja de broches de corales y oro y un alfiler. La hermandad hizo un guiño al año de la Esperanza con una medalla de la Macarena y otra del Gran Poder por sus cultos.
