Los Reyes Magos llevaron al niño Jesús oro, incienso y mirra el día 6 de enero. Según cuenta la tradición cristiana, agasajaron al pequeño recién nacido en Belén con los mejores presentes. Esta noche, cuando se cumplan 2025 años desde aquella adoración, los magos volverán a visitar las casas de los sevillanos. Y lo harán para cumplir los deseos de los niños pero también de los más mayores puesto que la magia de este día trasciende las edades. ¿Qué le traerán a los políticos que gobiernan la ciudad? ABC ha preguntado a los principales políticos municipales a quién deberían traer oro, incienso y mirra. Y aunque en algunos casos coinciden, sus respuestas han sido de lo más variadas. El oro era un tributo reservado sólo a los reyes. Hoy día sigue siendo el metal más preciado que además no para de subir de precio. Por eso el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, cree que ese premio debe reservarse a los sevillanos que dan vida cada día «a la mejor ciudad del mundo» y cuyo «comportamiento ejemplar», ha permitido, a su juicio, el éxito de citas excepcionales en Sevilla. El alcalde pone como ejemplo de ese éxito citas excepcionales que tuvieron lugar el pasado año como la Magna. Para Antonio Muñoz, portavoz del PSOE en la casa consistorial, el oro es un símbolo de «un mundo nuevo, brillante y valioso». Por eso cree que deben llevárselo los colectivos vecinales que desde los barrios trabajan por transformarlos , por mejorarles y por hacer que sus vecinos «se sientan orgullosos de haber nacido y crecido en ellos porque nunca se quieran marchar. Desde Vox, su portavoz Cristina Peláez, elige a la organización juvenil Revuelta para darle el oro porque «ha sorprendido» a España con una «impresionante» campaña de ayuda a los damnificados por la Dana. A juicio de Peláez ha dado la respuesta «que se esperaba del propio Estado u otras organizaciones de ayuda». En cuanto a Susana Hornillo, portavoz de Podemos-IU en el Ayuntamiento elige el oro para la plataforma 'Sevilla se muere' y el movimiento por el derecho a la vivienda de Sevilla. A su juicio, se lo merece «por defender nuestra ciudad de la codicia de los especuladores». El incienso se usaba históricamente en las ceremonias religiosas como ofrenda a Dios. Y hoy no falta en ninguna procesión o ceremonia cofrade. El alcalde cree que habría que dárselo a los trabajadores de los servicios municipales porque «demuestran cada día su compromiso con la ciudad». Desde las filas socialistas, Antonio Muñoz recuerda que en una ciudad como Sevilla, el incienso siempre evoque a la religiosidad popular, a las hermandades y a sus cultos. Pero también considera que, en la medida en la que es una llamada a la meditación y a la purificación, debe acordarse del trabajo que hacen las obras sociales de las hermandades, y que no se circunscriben a su nómina de hermanos, ni a sus zonas de influencia. Por ello Muñoz daría incienso «al compromiso de los cofrades sevillanos, que ayudan a paliar las desigualdades». Peláez cree que el incienso se lo merece Santiago Abascal por haber reunido en torno a su figura y a su proyecto, a la tercera fuerza política europea, Patriots. Para la portavoz de Vox es «un hecho político de primera magnitud». Susana Hornillo, ofrece el incienso a la divulgadora feminista Ángeles Taro, para que su trabajo para recuperar la memoria de mujeres históricamente invisibilizadas «se difunda como el aroma del incienso». Original de Egipto, la mirra era una resina muy preciada por sus propiedades aromáticas. Lo mismo se utilizaba como perfume que para embalsamar a los muertos . El alcalde se la ofrece ahora como regalo a la Bienal de Flamenco, que, a su juicio, ha vivido este año la mejor edición de su historia, en representación de todas las actividades culturales que se han celebrado este año en Sevilla. Desde el PSOE, Antonio Muñoz recuerda que la mirra simboliza la humanidad, la unión y, la concordia. «Creo que quien más la merecen son todos los colectivos que luchan por evidenciar que todos somos iguales, por borrar divisiones. Por todas esas personas que trabajan por la memoria democrática, la igualdad, contra la discriminación de las personas con distintas orientaciones sexuales, por la integración de personas de otras religiones, de otras culturas», dice. Cristina Peláez le daría mirra a los sevillanos para que despierte el espíritu crítico y «nos anime a reivindicar lo que Sevilla merece por derecho propio». Para que no solo amen la ciudad, sino para defenderla también. Hornillo se la ofrece a Manu Sánchez, porque, a su juicio, «su humor inteligente y humano resulta curativo».