El día más especial del año para los más pequeños ya está aquí. En efecto, la noche de Reyes y la mañana del día 6, cuando todas las casas aparecen llenas de regalos para toda la familia es uno de esos momentos más emotivos a lo largo de la vida de toda persona y que perdura en la retina por mucho que pasen los años. Los nervios entre pequeños y mayores en los días previos, en parte por la sobreexcitación que puede producir la Navidad, son obvios. Y por este motivo seguro que muchos padres han acabado perdiendo los nervios y lanzando frases amenazadoras muy oportunas en estos días. «Pórtate bien o los Reyes no te traerán nada» o «los Reyes lo están viendo todo» son algunas de las sentencias que algunos seguro que han utilizado en estas días. Hace unos días la pedagoga y psicopedagoga catalana Marina Guzmán quiso hablar al respecto y lanzó un interesante post en favor de la crianza respetuosa a través de su cuenta de Instagram (@paidagogia_) . Allí ella suele dar 'tips' para familias y educadores y ha querido remarcar que, ante situaciones como estas, « es importante reflexionar sobre lo que transmiten» frases como estas. En la publicación, Marina expone cinco consecuencias de su uso y que demuestran que estas expresiones deben evitare. « Puede provocar miedo e inseguridad », lamenta ella, alegando a que estas frases pueden hacer sentir ansiosos o temerosos a los pequeños ante un momento que para ellos es mágico y positivo. «Enseña al niño a comportarse por interés personal », destaca también la psicopedagoga. Así, deja claro que este tipo de frase hace que los pequeños aprendan «que el comportamiento adecuado depende únicamente de las recompensas externas», lo que puede legar a dificultar la formación de un comportamiento basado en el respeto y la responsabilidad. En una línea similar, Marina alerta de que estas frases amenazantes pueden dejar el mensaje implícito de que «el amor, la aprobación y las recompensas dependerán de su comportamiento» y pueden hacer que el niño piense que no merece afecto o atención si no cumple con las expectativas. Además, poner el énfasis en los regales «puede promover el materialismo » en lugar de fomentar valores como la gratitud, el esfuerzo personal, la solidaridad o el altruismo. «Los niños pueden comenzar a ver los regalos como una meta en sí mismo, más que como un símbolo de generosidad », alerta la experta en crianza. En paralelo, estas frases también pueden provocar que el miedo a perder un premio, en este caso los regalos, hagan que los niños solo lleguen a actuar cuando hay una recompensa inmediata. «Esto puede dificultar el desarrollo de la autodisciplina y el autocontrol», lo que acaba afectando a su madurez emocional y comportamental, avisa Marina. Por todo ello y para acabar con su reflexión, la experta recomienda que «en lugar de basarnos en la amenaza, fomentemos valores como la comprensión o la empatía » y anima a las familias a enseñar a los niños que portarse bien «nos hace sentir bien con nosotros mismos y nos ayuda a disfrutar más de las fiestas».
