Llevaba el Madrid solo dos victorias en las últimas diez visitas a Mestalla, todas las que lleva Peter Lim como dueño del club, y estuvo muy cerca de volver a pinchar en tierras valencianas, pero no lo hizo y logró una de esas victorias que llevan su copyright. Con uno menos y con 1-0 en contra a falta de cinco minutos: «Son tres puntos importantes y merecidos, pero tenemos que entender que no podemos mostrar estas dos caras. Muy mal la primera parte y tremendamente bien la segunda, y encima con diez. A los jugadores les he felicitado, pero les he dicho que no entiendo esta diferencia de imagen», explicó Ancelotti. El italiano reconoció el mal juego de su equipo en los primeros treinta minutos y no pasó por alto el factor Bellingham. Se rehizo del penalti fallado con una asistencia y un gol que vale mucho más que tres puntos: «No ha bajado los brazos. El penalti fallado le ha dado una motivación extra y ha hecho unos últimos treinta minutos extraordinarios. Ha trabajado y ha ayudado arriba a Mbappé. El gol ha sido un premio por su gran partido». No fue así en el caso de Vinicius . Dispuso de una buena ocasión, pero poco más. Se enredó, para variar, en disputas inocuas que le fueron calentando poco a poco hasta cometer una imprudencia que el colegiado castigó de manera severa: «Lo que pensamos es que no era roja, con dos amarillas el tema ya estaba acabado. Ha sido un toque de Dimitrievski antes y luego un empujón de Vini. Le han dado roja y el equipo ha reaccionado como ha reaccionado al penalti fallado y al gol anulado», comentó Carletto. Ancelotti anunció que el Madrid recurrirá la cartulina y espera que el brasileño no tenga sanción ninguna, pero si el acta del partido habla de conducta violenta podrían caerle hasta cuatro partidos y, de ser así, se perdería la Supercopa de España de la próxima semana en Yeda, además el encuentro de Copa ante la Deportiva Minera y el de Liga contra Las Palmas. Encuentros en los que si hay un penalti, Ancelotti va a tomar medidas. Son ya tres lanzamientos fallados en las últimas cinco semanas y el italiano cree que debe dar un paso al frente: «No pedimos que se repitiera el penalti porque aunque Dimitrievski no tenía los pies en la raya, la lectura que hicimos es que si no toca el balón, no hay que repetirlo. Otra cosa es que en el VAR interpreten que aunque no toque el balón si interfiere en el disparo, pero no han interpretado esto. Me molesta que hayamos fallado ya tres penaltis. Así que tengo que tomar la responsabilidad del que va a tirar».
