Este jueves el INE publicó la primera entrega del IRAV , el nuevo índice que se utilizará para actualización del precio del alquiler en sustitución del IPC que al que estaba ligado hasta ahora. No obstante, este nuevo índice no afecta a todos los contratos de arrendamiento . Sólo lo usarán los que hayan sido firmados desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda, el 25 de mayo de 2023. El resto seguirán actualizándose conforme al IPC o al Índice de Garantía de Competitividad, según conste en el contrato. El INE define este nuevo índice «como el valor mínimo entre la tasa de variación anual del Índice de Precios de Consumo, la tasa de variación anual del Índice de Precios de Consumo subyacente y las tasas de variación anual media ajustada del IPC y del IPC subyacente, medidas como la diferencia entre las tasas de crecimiento anual tanto del Índice de Precios de Consumo como del Índice de Precios de Consumo subyacente de cada mes y un parámetro de referencia que representa la inflación esperada a medio plazo, ajustadas con un coeficiente moderador». Son muchas las dudas que ha planteado esta nueva normativa. El abogado Samuel García ha publicado un vídeo en TikTok resolviendo cómo funciona este nuevo índice y cómo afecta a inquilinos y propietarios. «Este cambio es importante porque sustituye al IPC que se utilizaba hasta ahora como referencia y que marcaba los topes establecidos en los últimos años», explica el abogado. En 2023 estuvo topado al 2% y en 2024 al 3%, una medida empleada para paliar los efectos de la inflación en los inquilinos: «A partir de 2025 la actualización de los alquileres estará limitada por un nuevo índice de referencia que se calculará tomando el valor más bajo entre tres parámetros». Recuerda que el INE va a publicar este nuevo índice mensualmente. Las previsiones se han confirmado y la primera entrega del IRAV es del 2,2%. «En 2023 teníamos una subida del 2%, en 2024, del 3% y en 2025 del 2,2%... Está claro que esta medida se aplica para evitar incrementos desproporcionados en los alquileres y va a dar más estabilidad a los inquilinos», recalca. Sin embargo, según este abogado, los propietarios «van a ver perjudicada su rentabilidad y esto probablemente desincentive el alquiler». Además, insiste en que que el valor no se sepa hasta el último momento provoca cierta «inseguridad jurídica» porque a finales de diciembre ni los inquilinos ni los propietarios sabían cuál iba a ser la subida. García recalca que la renta de los alquileres podrán subir en 2025, aunque en menor medida que en 2024 siempre que al contrato le afecte esta nueva normativa. «Si eres inquilino te va a beneficiar porque aunque es una subida es moderada, pero si eres propietario probablemente el alquiler no te sea tan rentable como en otros años », concluye.
