Con la anticipada llegada de los Reyes Magos a Sevilla , la ciudad ultima los preparativos para garantizar la seguridad de los ciudadanos en una de las noches más esperadas del año. La Cabalgata es uno de los eventos que mayores concentraciones provocan en la capital hispalense, ante la ilusión con la que es recibida por sevillanos de todas las edades. Uno de los puntos calientes del recorrido es el barrio de los Remedios , donde en los últimos años el paso del cortejo real se ha convertido en toda una fiesta. La música y la diversión que se vive en algunas de sus calles como Asunción, atrae a muchos jóvenes con ganas de pasarlo bien. Tras el paso de la Cabalgata, se ha popularizado en las últimas ediciones reunirse en la plaza del Lápiz para hacer botellón o incluso con bebidas que se compran para llevar en los bares de la zona. Unas concentraciones que dejaban el pasado año imágenes insólitas en las que se podía ver el recinto abarrotado de personas. Muchos residentes denunciaron el peligro de las aglomeraciones en esta plaza privada situada entre varios bloques de viviendas. Estos advirtieron del riesgo de hundimiento que sufría el suelo ante la multitud concentrada, ya que bajo la plaza hay un parking. Ante ello, se encuentra en estos días con la mayor parte de su perímetro vallado , dejando sólo una zona ambos lados para facilitar el paso. Una medida para evitar el ruido y el botellón que dará una tregua a los vecinos, pero que puede suponer el traslado de la fiesta a otro punto de los Remedios.