El exasesor ministerial Koldo García se mostró esquivo durante las dos horas y media que prestó declaración ante el juez que investiga el caso en el Tribunal Supremo y tal y como refleja la grabación de la comparecencia, a la que tuvo acceso ABC, en algunos momentos pareció acorralado, hasta el punto de que el magistrado llegó a llamarle a la calma, cuando el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, se interesaba por la situación de Jessica, la pareja de Ábalos a la que la trama pagó un piso y entró por «enchufe» en una empresa del ministerio. «Escuche, para distender un poco. Esta usted respondiendo ahora con algo de crispación, conviene que nos relajemos. El ministerio fiscal lo que le pregunta es si sabe si Jessica iba a trabajar o no. Puede que lo sepa o que no lo sepa pero no tiene que justificar por qué no lo sabe. Pero es una pregunta muy sencilla, conteste usted y nada más. ¿Sabe si iba a trabajar Jessica?», planteó el magistrado Leopoldo Puente. «Sí, que yo sepa, sí», contestó García. Venía de reconocer también a preguntas del instructor que la mujer entró «por enchufe» en Ineco, empresa del Ministerio de Transportes, a trabajar bajo mando de su hermano, Joseba García. Pero Anticorrupción preguntaba si acaso acudía a trabajar. «Yo no estaba todos los días a las siete de la mañana ni a las ocho», había replicado. Antes, el enganche entre Luzón y Koldo García lo había sido por cuenta de un sobre que ha cobrado relevancia estos días en la investigación, el que miraron los agentes de la Guardia Civil simulando un control de carreteras cuando supieron que Joseba García se lo llevaba a Ábalos a Valencia en furgoneta. El fiscal quería que el exasesor precisara cómo estaba ese sobre y donde ponía el nombre del exministro, si es que estaba rotulado el destinatario. El informe de la UCO que habla del tema no dice que estuviese cerrado ni endosado. «¿Dónde aparecía el nombre en el sobre?», preguntó el fiscal. «Aquí», contestó Koldo García haciendo un gesto con las manos y motivando repreguntas para intentar precisar. «La pregunta es muy sencilla -terció de nuevo el magistrado instructor-. ¿En qué parte del sobre aparecía?», pero no acabó del todo claro. Koldo García negó haber escrito el nombre de Ábalos y afirmó que el subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez, se lo dio «así». Hubo más momentos de tensión porque las respuestas del exasesor no parecían convencer ni al magistrado ni al jefe de Anticorrupción en asuntos como la gestión de los contratos de mascarillas. «¿Usted no recuerda cómo le llegó la oferta de Soluciones de Gestión pero sí está seguro que no fue vía Aldama?», llegó a plantear Luzón, ante un Koldo García que insistía en que el comisionista «no era representante de Soluciones, se encargaba de la logística». Hay un hito en este punto y es el modo en que se duplicó en cuestión de minutos un pedido de mascarillas sin que constase informe de necesidad, como desveló la auditoría interna de los contratos que hizo el Ministerio de Transportes por orden de Óscar Puente. Los mensajes que obran en la causa apuntan a que era una condición sine qua non de Soluciones de Gestión que trasladó Aldama, pero preguntado por este asunto, Koldo García aseguró que «eso fueron los técnicos, que yo recuerde». No supo precisar más. «Ha pasado tiempo, señor». Sin salir del capítulo de rifirrafes, destaca el intercambio por cuenta de los salvoconductos que expidió la secretaria del ministro a instancias de Koldo García para venezolanos amigos de Aldama. El exasesor se escudó en que recibió «quinientas» peticiones de ese tipo, que están en su «whatsapp y lo pueden comprobar». «Lo cierto es que no», contestó Luzón. «Lo he comprobado y no es así», zanjó el fiscal Jefe.
