La tercera manifestación contra el presidente Carlos Mazón me suscita dudas e interrogantes que convierto en reflexión y comentario con el propósito de hacerlos público en estas páginas de ABC . ¿Se convocó única y exclusivamente contra Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana? Si hemos de fiarnos de la cartelería, los gritos y las consignas, así fue. Si nos atenemos a lo que se dijo, y cómo se dijo, como colofón de la protesta, también. No está en mi ánimo expurgar al presidente de la Generalitat de sus responsabilidades, pero siguen sin darse respuestas a muchas preguntas que se han planteado en columnas de opinión y editoriales de prensa, con más sentido, propósito de esclarecer lo ocurrido, y mucha y mayor enjundia que saber quién pagó la factura de la comida como si esta fuera la piedra Rosetta capaz de resolver el terrible y enrevesado jeroglífico de la dana. Los otros que también deben responder se han embozado con un manto de silencio. O han hecho mutis yéndose a Bruselas. O a esquiar. O a repetir como yaco adiestrado y/o subvencionado, las reiteradas y machaconas consignas monclovitas de que Mazón es culpable. El único culpable . Con el foco acusatorio dirigido sólo contra el presidente de la Generalitat, aquellos otros que también deben responder ganan unos días tratando de que con su silencio el barro no les salpique. Un silencio tan atronador que debería levantar, como poco, sospechas en la opinión pública. Pero no. Esta tercera manifestación era única y exclusivamente contra Mazón. En las dos anteriores hubo menciones, pocas, contra Pedro Sánchez, pero ahora ninguna. En eso la izquierda sí que se lo monta bien y consigue ganar por goleada porque además de los negreiras, consigue que la derecha se enrede con el balón en los pies y termine metiéndose más de un gol en su propia meta. Las obras que se debieron hacer y no se han hecho, que hubiesen evitado o minimizado muy mucho las riadas y sus devastadores caudales; los daños colaterales que habrían conjurado el Plan Hidrológico Nacional , derogado por Rodríguez Zapatero con la estúpida firma de la paisana Fernández de la Vega; los sistemas de alerta temprana que no funcionaron ni en el Júcar, ni en el Poyo; y los que no podían hacerlo porque no los había; el papel de la Confederación Hidrográfica del Júcar, antes, durante y después del diluvio y los desbordamientos de cauces y barrancos… Y una vez el agua y el barro ha causado más de doscientos muertos y provocado tanta ruina y destrucción , son otros muchos más los interrogantes que exigen respuesta. Como la tardanza en ordenar la intervención del Ejército, con los militares en Bétera pidiendo actuar y no dejarles; el desprecio a la ayuda ofrecida por Francia y hasta de El Salvador; la indolencia ante la canallada «si necesitan más ayuda que la pidan»; la mucha cobardía al salir huyendo; la falta de empatía por no volver. Eso sí, diez vuelos a La Palma sin un muerto por el volcán. O no dignarse venir, ni antes ni después, una vez apoltronada como comisaria europea. El uso y abuso de la propaganda gubernamental de ayudas mil millonarias de las que sólo se sabe ha llegado a su destino algo más de un cinco por ciento de los dieciséis mil millones de euros anunciados a bombo y platillos. Conviene en aras del rigor periodístico hacer mención del número de participantes. En las tres manifestaciones se incrementó de modo deliberado y propagandístico el número de asistentes . Se dijo que fueron ciento veinte mil. Allá él quien hizo tan falsario conteo. Si se hubiese dicho que fueron noventa mil los participantes, no se habría menoscabado la capacidad de convocatoria de los firmantes y se hubiese estado más cerca del cómputo real. Una cifra que en modo alguno hubiese disminuido la importancia de la protesta de todos y cada uno de los asistentes. En la manifestación del pasado domingo por el centro de Valencia, las fuerzas y cuerpos de seguridad calcularon -valiéndose de los metros cuadrados ocupados en las calles por las que transcurrió la protesta- que habían participado cuarenta mil personas. La Delegación del Gobierno en manos de Pilar Bernabé , que comparte cargo con de la Ejecutiva del PSOE (secretaria de igualdad) desde el primero de diciembre, duplicó por ensalmo propagandístico pro domo Sánchez, el número de manifestantes. Con un par.