Susto mayúsculo el vivido el sábado por la noche en Aranjuez, después de que un incendio en un bloque de cuatro alturas obligase a los bomberos a rescatar a cinco vecinos atrapados. Los hechos tuvieron lugar en la calle Almansa, cuando, por causas que están siendo investigadas, un colchón de un segundo piso saliera ardiendo y el fuego se propagase rápidamente a la totalidad de la vivienda. Al lugar acudieron efectivos del cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid, que tuvieron que emplearse a fondo para extinguir las llamas y socorrer a cinco moradores de la segunda y la tercera planta, confinados en sus casas por la elevada presencia del humo. Asimismo, los sanitarios del Summa-112 atendieron a nueve personas por intoxicación leve de humo, de las cuales solo una de ellas tuvo que ser trasladada al Hospital de Aranjuez. Este suceso se une a otro muy similar, ocurrido el día de Navidad en la localidad de Móstoles. También allí nueve personas resultaron intoxicadas por humo tras el incendio de una vivienda de un edificio de seis plantas en la calle del Pintor Velázquez. Dos de los afectados fueron conducidos al Hospital Universitario de la ciudad. Para limitar el riesgo de incendio en los hogares, los bomberos recuerdan una serie de pautas. Al cocinar, por ejemplo, los mangos de las sartenes tienen que estar hacia dentro, y si una de ellas empieza a arder se debe apagar con una tapadera pero nunca echando agua. Y si aún se usa el gas en los fogones, especial atención a las llamas si estas son rojizas o amarillas. También es importante revisar los ceniceros, si hay fumadores en casa, a fin de comprobar que todas las colillas han sido apagadas. En el caso de que algún enchufe falle es fundamental no utilizarlo hasta que haya sido revisado por un profesional, y lo mismo para cualquier aparato eléctrico presente en la vivienda. Si se ha declarado un incendio en nuestro edificio, hay que cerrar las puertas y colocar toallas o trapos húmedos en la parte inferior para impedir el paso del humo; y nunca salir al descansillo. En ese sentido, conviene recordar que la mayoría de muertes se producen por inhalación y no por quemaduras.
