Para bastante gente, sobre todo la que ya ha rebasado la esquina de los cincuenta y en consecuencia está en la cara B de su vida –o le ha dado la vuelta al jamón, como prefieren decir otros- el mejor plan para pasar la Nochevieja es cenar con familiares, comerse las uvas, brindar, tomarse una copichuela viendo algo en la tele y constatar, casi con satisfacción, que los ojos se le empiezan a cerrar cuando el reloj apenas ha rebasado la una de la madrugada . El nuevo año es aún muy joven, piensa, y ya habrá tiempo para disfrutarlo. Sin embargo, otros muchos no entienden la Nochevieja si no se asocia con hacer algo especial. Que no siempre es sinónimo de distinto, porque probablemente su plan consiste en ir a tomarse unos tragos con los amigos, como casi todos los fines de semana. Pero que, en cualquier caso, implica salir a la calle a divertirse entre la multitud. Porque las calles no van a ser precisamente solitarias esa noche. En Granada, una posibilidad es recibir el año 2025 ya en la calle. Como todos los años, la Plaza del Carmen , centro neurálgico de la capital y sede del ayuntamiento, se convertirá en una fiesta que comenzará a las diez y media de la noche. Habrá música, sonarán las campanas, podrán tomarse allí mismo las uvas y después el jolgorio seguirá hasta bien entrada la madrugada. Algunos pensarán que ese plan no es redondo, que tiene inconvenientes. Argumentarán que hay que estar de pie, que de noche tiende a hacer frío… Pueden ser esos los que se decanten por un cotillón, una celebración que también comience cuando aún es 2024 y que incluirá una opípara cena, las tradicionales uvas y un fiestorro posterior. Es imposible recopilar todas las fiestas privadas que se van a celebrar, pero hay un buen número de hoteles y restaurantes que sí han anunciado que ese es su objetivo. Aquí van algunos de esos hoteles, aportados por la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Granada : Barceló Congress, Palacio de Los Patos , Seda Club , Andalucía Center , Saray , NH Victoria , Urban Dream , Áurea Wahington Irving , Eurostars Gran Vía , Vincci Albayzín y, en las afueras de Granada, Capitulaciones de Santa Fe y Las Yucas , en Atarfe . Antes de las campanadas, pero sobre todo después, en torno a la una de la madrugada, cuando la familia ya se haya dado todos los abrazos posibles y se haya hablado por teléfono con los amigos y parientes que están en otros sitios, abrirán sus puertas numerosos pubs y discotecas que acogerán a los fiesteros hasta que salga el sol. Son más o menos los mismos que también dieron guerra el día 24 y están diseminados por toda la ciudad, pero abundan en calles como Ganivet, San Matías, Pedro Antonio de Alarcón y el entorno de la plaza de toros. Ofrecerán música y ambiente muy diverso, conviene enterarse de antemano de cuál es su palo. Cuando ya se ha hecho de día, los vestidos de fiesta están arrugados, los peinados han perdido su esplendor y casi ninguno de los que se puso corbata la mantiene en su sitio, la tradición marca que hay que comerse unos churros . Con café o con chocolate, eso ya es opcional. Pero los churros deben caer. En Granada hay varios templos consagrados a esa tradición , como el Café Alhambra , en la Plaza Bib-Rambla, o el Café Fútbol , en la Plaza de Mariana Pineda, más conocida como la de La Mariana. Como ya narró otro periodista, la leyenda asegura que, en este último sitio, una mañana hubo dos personas que se pidieron exactamente el mismo tipo de café. Pero eso no está confirmado.
