Después de una deliciosa comida navideña , a menudo nos encontramos con sobras, como los restos del puchero o del caldo de Navidad , que no sabemos cómo aprovechar. Aquí es donde entra en juego la cocina de aprovechamiento , una forma creativa y sostenible de reutilizar alimentos. En lugar de desechar las sobras, te proponemos darles una nueva vida con esta receta de croquetas de puchero. Se trata de un bocado cremoso, irresistible y, además, una forma práctica y deliciosa de no tirar nada. Con ingredientes básicos y un poco de creatividad, podrás transformar el caldo y los restos de carne en un plato estrella que encantará a todos. Estas croquetas están deliciosas y son perfectas como aperitivo, entrante o incluso como plato principal acompañadas de una guarnición . ¡Anímate a prepararlas y sorprende a tus comensales! Para preparar croquetas de puchero con el caldo sobrante de Navidad, comenzamos haciendo una bechamel . En una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la cebolla previamente picada muy fina y sofríe hasta que esté transparente. Luego, incorpora la harina y remueve constantemente durante un par de minutos para que pierda el sabor a crudo. A continuación, vierte el caldo de puchero poco a poco mientras remueves con unas varillas para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta que espese y obtengas una bechamel cremosa. Por último, añade la carne del puchero desmenuzada (puede ser pollo, ternera, cerdo o una mezcla de todo lo que te haya sobrado). Mezcla bien. Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto. Cocina unos minutos más para integrar los sabores. Retira del fuego y vierte la mezcla en una bandeja o fuente plana . Deja enfriar a temperatura ambiente. Luego, cúbrela con film transparente y ponla en la nevera durante al menos 4 horas (mejor si es toda la noche). Al día siguiente, sólo tienes que formar las croquetas y cocinarlas : Con las manos ligeramente enharinadas o usando dos cucharas, da forma a las croquetas. Pasa cada una por huevo batido y después por pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas. En una sartén profunda o en la freidora, calienta abundante aceite de oliva a 180°C . Fríe las croquetas en tandas pequeñas hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Disfruta las croquetas de puchero recién hechas , acompañadas de una ensalada ligera o como aperitivo en tu mesa. Para que la bechamel quede suave y sin grumos, tamiza la harina antes de añadirla y remueve constantemente mientras integras el caldo. Si has hecho muchas croquetas, puedes congelarlas antes de freírlas . Cuando las necesites, fríelas directamente congeladas. Si prefieres una versión de croquetas más saludables , no las frías en aceite. Coloca las croquetas en una bandeja forrada con papel de horno, rocíalas con un poco de aceite y hornéalas a 200 °C hasta que estén doradas. Y si te sobra más carne guisada, recuerda que también puedes hacer unos exquisitos montaditos de pringá . Estas croquetas son una fuente moderada de proteínas gracias a la carne del puchero. También nos aportan calorías , que se pueden reducir si evitamos la fritura, y carbohidratos , que provienen principalmente de la bechamel y el pan rallado utilizado en el empanado. Si utilizas un caldo casero bajo en sal , el resultado será más saludable, manteniendo todo su sabor. Además, la incorporación de carne sobrante convierte esta receta en un ejemplo de cocina sostenible . Una opción ideal para aprovechar los restos de manera creativa y disfrutar de un plato completo del que, eso sí, no conviene abusar.