En este espinoso y complejo asunto de los impuestos a las empresas energéticas, el final de año ha sido glorioso. El más difícil todavía, lo nunca visto, la traca final. Vean. Hasta el jueves 19 de diciembre y para corregir lo abultado de sus beneficios, así sin matices ni correcciones, las empresas energéticas soportaban un gravamen sobre sus ingresos . Llegó el viernes 20 y la propuesta de prorrogarlo, como había pactado el Ministerio de Hacienda con ERC, Bildu y Podemos fue derrotada en el Congreso gracias a la sorprendente unión de los votos en contra de Junts, PNV, PP y Vox, unidos para la ocasión alrededor de causas diversas. Unos, como Junts, no querían correr el riesgo de perder...
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