Hablar del verano, época festiva en la que la sociedad aprovecha para mostrar las extravagantes ansias por mostrar una riqueza que no posee y que le obliga a vivir por encima de sus posibilidades son los elementos que destacan en ' Las locuras del verano«, obra que llega al Teatro de Rojas este viernes y sábado a las 20.00 horas , bajo la dirección de Eduardo Vasco y que está basado en la trilogía que escribió Carlo Goldoni sobre esta época del año. El director de teatro, Eduardo Vasco nos habla de la puesta en escena de 'Las locuras del verano', una pieza que habla de los años 20 y de unas familias que malgastan su dinero y están pendiente de las apariencias , aunque eso signifique vivir por encima de sus posibilidades. La obra original se desarrolla en el siglo XVIII, aunque Vasco la recrea en los años 20, convirtiendo la historia en una «comedia divina», elegante, en la que se exhibe ese mundo de apariencias, «al que no queremos renunciar a nada». El director y responsable de la compañía Noviembre califica el montaje como una comedia «muy efectiva y divertida que podemos enmarcar en lo que es el teatro de la Ilustración, aunque nosotros lo hemos traído a los años 20 y, sin embargo, es una pieza que se disfruta mucho y que aborda el amor, los celos y los enredos», señala Eduardo Vasco. Es una representación -repite el director- que tiene que ver con la carpintería teatral de las grandes comedias de la historia. «Carlo Goldoni es uno de los comediógrafos más importantes de la historia del teatro y el espectador va a disfrutar de un guion casi perfecto», asegura para recordar que cuenta la historia de dos familias, en la que el primogénito se enamora de la primogénita de la otra saga, pero se interpone un rival y todos los celos que causa esta situación es lo que genera la trama de la obra. Insiste en que el montaje recrea de alguna manera el mundo de las redes sociales. «Lo que Goldoni hacia era fijarse en sus vecinos, salía, los observaba y ridiculizaba sus actos por aparentar una riqueza que no tenían», dice para asegurar que el espectador se va a sentir identificado con algunos de los personajes, «e incluso se verá así mismo, o a personas que son muy similares y que conocemos», indica. También Eduardo Vasco se refiere al vestuario, del que se ha encargado el modisto Lorenzo Caprile (que trabaja con la compañía desde el año 2006) y que ha recreado muy bien los años 20. «Es una gozada porque la moda de esa época es una maravilla. Caprile se ha puesto las botas», matiza Eduardo Vasco que se refiere a los vestidos de las mujeres, llenos de rasos, sedas, plumas y en los que el colorido ilumina a cada personaje, con su propia personalidad. El espectáculo que se estrenó en Santander ha recorrido todos los festivales más importantes del teatro clásico y ha estado una larga temporada en Madrid, terminando su periplo en el mes de abril. El público -confiesa- ha acogido esta comedia muy bien porque «es una delicia» y el espectador se ríe inteligentemente porque al final muestra las costumbres de todos. También ha hablado del escenario, que es un salón de época, con unas sedas colgantes, muy elegantes en los que hay unos muebles finos «art decó» de esa época, que se acompaña con música de ese período, en el que el fosxtrop era el ritmo que reinaba en los escenarios. Finalmente, habla de su vuelta a Toledo y del Teatro de Rojas. «Es un teatro muy señero que además tiene un público que vive mucho el teatro y está muy atento al arte escénico, además de premiar a los cómicos. Eso es una maravilla», afirma para invitar a los espectadores a disfrutar de «una comedia infalible, en la que es muy fácil entrar y donde el disfrute está garantizado», concluye el director.
