Una superficie mínimamente plegada, acaso un papel con una acotación perimetral, puede funcionar para entrenar 'la visión posthumana'. Enigmática delimitación que recuerda el mapa vacío de Lewis Carroll, el narrador que atravesó el espejo con su peculiar lógica demente. Tal vez, esa superficie de potencialidades esté generada desde una reducción fenomenológica en una radicalización minimalizadora de la misma tradición del 'Minimal'. Manu Arregui (Santander, 1970) ha compuesto una seductora coreografía en la que los cuerpos desnudan sus cualidades en una fricción extraña con piezas geométricas que remiten evidentemente al 'Untitled (L-Beams)' que Robert Morris realizó en 1965. En su exposición en 2017 en esta misma galería de Espacio Mínimo, Arregui presentó, junto a un vídeo con cuerpos desnudos que se...
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