Aunque generalmente se cree que el color de un coche no afecta significativamente la frecuencia con la que se ve involucrado en accidentes, los vehículos de colores brillantes a menudo se consideran más seguros debido a que son más fáciles de detectar en condiciones de poca visibilidad. En estas condiciones, puede ser difícil fijarse en un coche gris o negro aparcado al borde de la carretera. Así que, para evaluar cuánto influye el color de un vehículo en su seguridad, carVertical ha realizado un estudio para identificar cuáles son los colores de coche más seguros en España. Y han sido los modelos blancos los que resultaron ser los más seguros, con un 46,3% de ellos que habían sufrido algún tipo de daño. El blanco es un color muy popular en regiones soleadas como España, ya que refleja el calor y es fácil de detectar en diversas condiciones de iluminación. Los coches plateados/grises ocupan el segundo lugar, con un 49,2% de ellos con registros de daños. Sus tonos neutros tienden a mezclarse menos con ciertas superficies de la carretera, lo que puede ayudar a otros conductores a detectarlos más rápidamente en el tráfico. Por su parte, los coches rojos completan los tres primeros puestos, con un 53,9% de ellos dañados. Estos vehículos pueden ser más seguros porque su color llamativo y vibrante llama la atención de forma natural, lo que los hace muy visibles en la carretera. Asimismo, durante años, los colores de vehículos más populares en el mercado han sido el negro, el blanco y el gris (plateado). Esta es una tendencia global, y es probable que la popularidad de estos colores siga creciendo. Si bien hay millones de coches pintados con estos colores en las calles, no son estos los que acaban en accidentes. El marrón ha sido el color más peligroso en la investigación, con un 66,7% de los coches dañados, seguido del amarillo, con un 58,6%. Los coches marrones pueden ser menos seguros porque sus tonos terrosos pueden mezclarse con entornos naturales como caminos rurales, caminos de tierra o paisajes otoñales, lo que los hace más difíciles de detectar por otros conductores. Los coches amarillos, aunque son más brillantes y visibles en la mayoría de las condiciones, a veces pueden ser menos efectivos para destacarse durante el clima soleado o brillante, ya que se mezclan con el medio ambiente, reduciendo su contraste en la carretera, aunque esto puede ser subjetivo. «La apariencia de un coche puede ser engañosa, por lo que no recomendamos elegir un modelo basándonos únicamente en su apariencia. Es importante comprobar el historial del vehículo, hacer una prueba de conducción, hacer que lo inspeccione un servicio autorizado y solo entonces decidir si comprarlo o continuar buscando», explica Matas Buzelis , experto en automoción de carVertical.