El jefe del operativo policial de los Grupos de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (GRECO) que siguió a la red de José Ramón Prado Bugallo, 'Sito Miñanco', entre 2016 y 2018 en la denominada operación Mito le definió en la primera sesión del juicio contra él como «un gran líder». El narcotraficante de Cambados llegó a la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) por su propio pie, para sentarse en el banquillo de los acusados del juicio en el que la Fiscalía reclama para él 31 años y seis meses de prisión y 950 millones de euros de multa por los delitos contra la salud pública, blanqueo y falsificación continuada de documentos. El Ministerio Público acusa a Prado Bugallo (69 años) de comandar operaciones para el lavado de dinero procedente del tráfico de cocaína mientras estaba en tercer grado, trabajando en un parking de Algeciras, en cumplimiento de una condena anterior de 16 años. Los hechos que se juzgarán desde ayer ante el tribunal de la Sala de lo Penal presidido por Alfonso Guevara se remontan a 2017, cuando cinco personas que se dirigían a Bogotá (Colombia) fueron detenidas en Barajas con 889.620 euros en el doble fondo de un equipaje de mano que, según dos de los investigados, pertenecían a Miñanco. Los 'correos humanos', según la acusación, contactaron con los abogados Gonzalo Boye (defensor del expresidente catalán Carles Puigdemont) y Jesús Morán Castro para que elaboraran la documentación. El jefe del operativo policial que siguió a la organización entre 2016 y 2018 a raíz de recibir una alerta describió ante el tribunal, a petición de la Fiscalía, la estructura de la organización de Sito Miñanco. Afirmó que se trata de una organización «muy profesional». «Ellos no beben, no se emborrachan, trabajan continuamente», describió el jefe policial, que habló de Prado Bugallo como el «gran líder» que pasará a la historia de España porque «no ha habido en España nunca una organización tan potente como la suya». Explicó que tenía expertos en todos los puntos de la cadena, desde quienes fabricaban las lanchas para recoger la droga hasta los abogados que les ayudaban a falsificar documentos para «recuperar cantidades a través de pagarés que habían utilizado para justificar el dinero procedente de otras operaciones». Explicó en este sentido la presunta participación de Gonzalo Boye y el también letrado Jesús Morán Castro para falsificar documentos con los que justificar los 889.620 euros que fueron incautados en 2017 en el aeropuerto de Barajas a cinco personas de la presunta organización cuando se dirigían a Bogotá (Colombia). Unos fondos que los investigadores pronto relacionaron con Sito Miñanco. El jefe policial del operativo que siguió durante dos años al antiguo contrabandista de tabaco explicó en la primera sesión del juicio que, aunque estaba cumpliendo una condena anterior, continuaba teniendo el control de toda la organización y «estaba obsesionado» con las comunicaciones y la seguridad de éstas. Precisamente la Policía hizo seguimientos a la trama por medio de interceptación de llamadas y geolocalización.
