Las aspiradoras automáticas, como las populares Roomba, se han convertido en un aliado imprescindible para mantener nuestros hogares limpios sin esfuerzo. Estos dispositivos, equipados con sensores y conectividad a Internet , destacan por su capacidad para mapear los espacios, optimizar la limpieza y adaptarse a diferentes tipos de suelo. Sin embargo, como toda tecnología conectada, no están exentos de controversias. Entre sus beneficios, las aspiradoras automáticas destacan por su autonomía, facilidad de uso y eficiencia. Mientras limpian, pueden detectar obstáculos, evitar caídas y aprender la distribución de tu casa para mejorar su rendimiento . Sin embargo, estas mismas funciones traen consigo riesgos asociados a la privacidad y seguridad de los datos. María Aperador, criminóloga especializada en Gestión del Riesgo Humano en Ciberseguridad, advirtió recientemente en un video de Instagram sobre el alcance de estos riesgos. Según la experta, «cuando enciendas el dispositivo y lo pongas en funcionamiento, Roomba va a crear un plano de tu casa... pero esto no acaba aquí: también va a guardar la ubicación de tu hogar y recoger imágenes y vídeos que serán enviados a otras empresas». Este tipo de dispositivos recopila datos que van desde la duración de limpieza y mapas del hogar hasta información demográfica e imágenes y es que, en sus palabras, «todos los dispositivos que están conectados a Internet los carga el demonio». En algunos casos, estas imágenes pueden ser utilizadas para entrenar modelos de inteligencia artificial, exponiendo a los usuarios a posibles filtraciones de datos, como ocurrió en un caso donde «el Roomba hizo fotografías mientras una mujer estaba en el lavabo , y estas fueron filtradas en Internet». Aperador subraya que «todo lo que es vulnerable será explotado tarde o temprano» y recomienda tomar medidas para minimizar los riesgos. Las aspiradoras inteligentes son útiles, sobre todo para los que alguna vez hemos soñado con que limpien por nosotros. Sin embargo, como cualquier dispositivo conectado, exigen un uso responsable y consciente de los datos que manejan. ¿Vale la pena el riesgo? La decisión está en tus manos.