Las calles que circundan el gran emblema de la ciudad omeya, la Mezquita de Córdoba , rezuman ecos de leyendas olvidadas que perduran, algunas, en el imaginario del Casco Histórico; otras, en textos de antaño. El escritor José Carlos Aranda , doctor en Filología Hispánica y en Ciencias de la Educación, y profesor de Lengua y Literatura, ha recopilado en 'Leyendas de la Mezquita de Córdoba' , publicado por Almuzara, algunas de estas historias, en las que aúna los recuerdos de su infancia con los cuentos locales, crónicas y fragmentos literarios. -En este libro da voz a su niño interior y a las leyendas que escuchó. ¿Cómo ha sido el proceso de documentación? -Obedece a una deuda con mi infancia, como terapia personal. Cada vez que paseaba por la Judería, me asaltaban esos recuerdos mágicos y ese niño que fui me daba un tirón de orejas y me pedía que contara esas historias. Porque es muy posible que llegue un dia en que nadie sepa por qué el rostro del Cautivo llora o por qué raspábamos con una moneda la 'columna del infierno' . La documentación para esta obra la he obtenido de todos los textos que he leído, de crónicas del siglo XIX, algunas ya desfasadas. También de historias que me han contado de primera mano, y forman parte del libro algunos pasajes novelados ambientados en Córdoba, como 'Casos raros ocurridos en la ciudad de Córdoba', que publicó Cajasur; o los 'Paseos por Córdoba' , de Ramírez de Arellano. -Usted se declara un enamorado de Córdoba, ¿también obedece este libro a una deuda con su ciudad? -Así es. Nací en la calle Deanes, y me crié y crecí en ese barrio de la Judería que alimentaba mi desbordante imaginación . Fui un niño que creía que la entrada de la cueva de Alibaba estaba en el hueco de las escaleras de mi casa, y que las golondrinas llevaban mis oraciones hasta Dios. Estoy enamorado de mi ciudad y en este libro propongo un paseo por el paraíso de mi infancia. -¿Cuántas historias recoge la obra? Casi 50 historias en un paseo desde Santos Martires hasta el interior de la Catedral. Una barbaridad y tuve que parar porque si hubiese ampliado el campo al restro de Córdoba me hubiera salido una enciclopedia. -¿Cuánto tiempo ha dedicado a recopilar estas historias? -Esa pregunta se la hicieron a Lorca sobre su obra 'Bodas de sangre' y dijo en tardó un mes en escribirla, y toda la vida en imaginarla. Yo tardé más de un mes en escribirla, porque me gusta que la información sea precisa, y hay más de 100 notas a pie de página. -¿Qué historias destacaría? ¿Cuáles le impactaron más o cuáles son las 'imprescindibles' de su selección? -Las clasicas tradicionales del interior de de la Mezquita son imprescindibles: 'El templo enterrado', 'La columna del infierno', 'La cadena del fin del mundo'... Tampoco podía faltar la historia sobre el arcángel San Rafael, que explica el fuerte vínculo de la ciudad con el protector de Córdoba; o la historia de fantasma de la Torre. ¿Con cuál me quedo? Con todas . -¿Cómo se da el salto de publicaciones que se mueven en el campo de la lengua, literatura y aprendizaje, a este libro de relatos mágicos? -Mis publicaciones, efectivamente, han versado, por un lado, sobre filológica didáctica, lengua y literatura; y sobre educación y pedagogía. Este libro, como le digo, es una especie de terapia . Una obra que tenía que escribir porque estaba aprisionado en ese mundo de imaginación y de leyendas. -¿Cómo ha cambiado su barrio desde su infancia? -Mucho y ne da muchísima pena. Nací en la parte superior de una tienda de ultramarinos y allí me crié con mis seis hermanos. En el barrio había de todo; una tienda de telas, carnicería, pecadería, floristería... Era un barrio vivo, que latía. Hoy lo único que veo es un parque temático . Algunos de mis amigos son ya los reductos de lo que esa zona fue.