Las inundaciones producidas por la DANA en Valencia han generado un entorno propicio para la proliferación de enfermedades infecciosas . Los factores que incrementan este riesgo incluyen el estancamiento de aguas, la acumulación de residuos y el contacto con aguas contaminadas, que favorecen la transmisión de infecciones de tipo gastrointestinal, dermatológicas y respiratorias . Ante esta situación, la Real Academia Nacional de Medicina de España recomienda a las autoridades sanitarias y a la ciudadanía en general: - Vigilancia epidemiológica intensiva : Instar a los sistemas de salud pública a implementar protocolos de vigilancia activa para la identificación precoz y control de posibles brotes infecciosos. - Medidas de higiene y desinfección : Se exhorta a las personas a evitar el contacto con aguas estancadas y a las autoridades a la desratización adecuada de cualquier zona afectada por las inundaciones. Es crucial la protección individual con calzado, guantes y mascarillas , así como el lavado frecuente de manos y la bebida de agua embotellada hasta que esté garantizada la potabilidad del agua de la red ordinaria - Restablecimiento de la Atención Primaria y acceso a las medicinas : los grupos más vulnerables, como mujeres embarazadas, niños y ancianos, tienen que tener asegurada la atención médica básica, lo que incluye la salud materno-infantil, así como la asistencia y cobertura de enfermedades crónicas. - Prevención de enfermedades infecciosas : a la protección individual se deben añadir los programas de vacunación que, de acuerdo con el estado de la situación, las autoridades sanitarias consideren pertinentes. - Prevención de enfermedades transmitidas por vectores : al ser un periodo pre-invernal, el control de insectos se debe considerar en la primavera próxima. En cambio, el control de roedores debe incluirse en esta fase aguda. La Real Academia Nacional de Medicina de España también recuerda que las consecuencias de la DANA tienen un impacto psicológico considerable en las personas afectadas, quienes pueden experimentar estrés, ansiedad, insomnio y síntomas relacionados con el trauma. Por ello, recomienda: - Red de apoyo psicológico : La implementación de equipos de apoyo psicológico en las zonas afectadas para brindar asistencia emocional a las personas que lo necesiten. Es fundamental contar con profesionales que puedan orientar a la población en la gestión del estrés postraumático para evitar futuros trastornos mentales. - Fomento de la resiliencia comunitaria : Se sugiere el desarrollo de actividades comunitarias y de apoyo mutuo que ayuden a las personas afectadas a procesar lo sucedido y a encontrar espacios de seguridad y recuperación emocional desde la empatía y la verbalización de sus emociones. - Atención a grupos vulnerables : Prestar especial atención a aquellos grupos más vulnerables, como niños, personas mayores y personas con enfermedades previas, incluidas las psiquiátricas, quienes pueden presentar mayores dificultades para sobrellevar los efectos psicológicos de la crisis.