Juan, Manolo, Jonathan, Mónica y Antonia son los cinco vecinos de Letur, en Albacete, que están desaparecidos desde que una catastrófica riada los engulló el martes a su paso por este pueblo que no llega a los mil habitantes. El amplio operativo de búsqueda, formado por dos centenares de miembros, ha sumado este jueves dos perros de la Guardia Civil adiestrados en la localización de cadáveres humanos. Jonathan y Mónica, un joven matrimonio de treinteañeros, son los padres de dos menores de edad, que se encontraban en el colegio y en el instituto a la hora del siniestro, sobre la una de la tarde. Jonathan trabaja en la fábrica de quesos El cantero de Letur y Mónica acababa de comenzar en el camping del pueblo, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1983. Sus hijos están con la abuela materna, vecina del municipio, y pasan las horas con amigos del instituto y del colegio. Juan y Manolo, dos empleados municipales, estaban trabajando cuando la violenta avenida de agua, una especie de 'tsunami' según los vecinos, arrasó el casco viejo. Cuentan en el pueblo que la riada casi pilla alcalde dentro de su coche. Otro vehículo que iba detrás de él tuvo peor suerte y desapareció cuando el edil miró por el espejo retrovisor. Antonia es una septuagenaria que residía en un molino acondicionado como vivienda. Su amiga Ascensión le había preguntado alguna vez si no tenía miedo a vivir sola, pero ninguna de las dos se podía imaginar lo que el 29 de octubre de 2024 ocurrió. La sexta persona desaparecida en Letur era Dolores, de 92 años. Su cadáver fue hallado este miércoles por la mañana a más de un kilómetro del pueblo, en las inmediaciones de la depuradora de aguas. Ella vivía al lado de la casa de Jonathan y Mónica, que fue destrozada por la riada.