El mercado global de escritorios para trabajar de pie está en auge y se estima que alcanzará los 12.600 millones de dólares en 2032 (11.700 millones de euros). Estos escritorios han sido promovidos como una solución práctica para los riesgos de salud asociados con pasar el día sentado. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que estar de pie no proporciona los beneficios de salud que muchos esperaban. Un estudio reciente, publicado en el ' Journal of Epidemiology ' y realizado en Australia con más de 83.000 personas, descubrió que estar de pie durante largos períodos no mejora la salud cardiovascular e, incluso, podría aumentar el riesgo de ciertos problemas circulatorios. Investigadores del Charles Perkins Centre de la Universidad de Sídney hallaron que permanecer de pie durante tiempos prolongados no reducía el riesgo de padecer enfermedades cardíacas ni accidentes cerebrovasculares. De hecho, pasar mucho tiempo sentado o de pie se asoció con un riesgo mayor de sufrir problemas como venas varicosas y mareos al levantarse. Este estudio analizó las asociaciones dosis-respuesta entre el tiempo sentado y de pie con la incidencia de enfermedades cardiovasculares (ECV) principales, como enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca, así como enfermedades circulatorias ortostáticas. La frase « estar sentado es el nuevo fumar » se popularizó en la última década para resaltar los peligros de un estilo de vida sedentario. Pasar mucho tiempo sentado se ha relacionado con la obesidad, la diabetes y enfermedades cardiovasculares. Como respuesta, los escritorios de pie surgieron como una solución popular, permitiendo reducir el tiempo sentado sin cambios drásticos en las rutinas diarias. Pero ¿existía realmente una base sólida que respaldara los beneficios de los escritorios de pie? Mucho del entusiasmo inicial se basó en estudios limitados que no evaluaban las consecuencias a largo plazo. En este nuevo estudio, los participantes usaron dispositivos para monitorear objetivamente sus actividades de pie y sentados durante varios años, proporcionando datos más precisos que los obtenidos de encuestas autoinformadas. Los investigadores observaron que pasar más de diez horas al día sentado se asociaba con un riesgo mayor de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, pero estar de pie por más tiempo no mitigaba este riesgo. De hecho, estar de pie por periodos prolongados se asoció con un mayor riesgo de problemas circulatorios, ya que la posición prolongada puede provocar acumulación de sangre en las piernas y condiciones como venas varicosas. El tamaño significativo de la muestra y el uso de datos objetivos aumentan la fiabilidad de estos hallazgos, aunque, al tratarse de un estudio observacional, no puede establecerse una relación causa-efecto definitiva. Además, la edad promedio de los participantes rondaba los 61 años, lo cual puede limitar la aplicabilidad de los resultados en poblaciones más jóvenes. Estos resultados sugieren que simplemente cambiar de estar sentado a estar de pie no es una solución ideal. Nuestros cuerpos responden mejor al movimiento regular que a permanecer en una posición estática, ya sea sentado o de pie. Incorporar caminatas breves, estiramientos o ejercicios ligeros a lo largo del día puede interrumpir los largos periodos de inactividad y proporcionar beneficios significativos para la salud. Las intervenciones en el lugar de trabajo que fomentan el movimiento han demostrado resultados positivos. Los investigadores encontraron que trabajadores de oficina que redujeron su tiempo sentado añadiendo intervalos de pie y actividad ligera mejoraron en niveles de azúcar en sangre y otros indicadores de salud . Otro estudio señaló que alternar entre sentarse y estar de pie, combinado con breves caminatas, era más beneficioso que estar de pie únicamente. Los escritorios ajustables, que permiten trabajar tanto de pie como sentado y facilitan los cambios de postura, ofrecen una solución prometedora. Estos escritorios promueven cambios frecuentes de postura y pueden reducir las molestias asociadas a posiciones estáticas prolongadas; algunos modelos incluso incluyen recordatorios para incentivar el movimiento regular, integrando la actividad en la jornada laboral. «El movimiento es clave», concluyen los investigadores. Estar de pie todo el día no es necesariamente mejor que estar sentado; ambos pueden tener desventajas si se prolongan. Al enfocarnos en actividad física regular y variar nuestras posiciones, podemos abordar mejor los problemas de salud que plantea un estilo de vida sedentario. Pequeños cambios, como tomar breves descansos activos o hacer estiramientos, pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud.