La presentación del proyecto de presupuestos del Ayuntamiento de Sevilla para el año 2025 pone el contador a cero para su negociación. El gobierno de José Luis Sanz encara ahora un largo proceso de diálogo con los grupos de la oposición para encontrar un socio que les permita sacar adelante las cuentas de gasto sin tener que recurrir a la última bala de la cuestión de confianza que usó el año pasado. El acercamiento con Vox de las últimas semanas, que permitió desbloquear la regulación de las viviendas de uso turístico y ha allanado el camino de las ordenanzas fiscales, hace que el partido de Abascal sea la vía más sencilla para resolver esta tramitación , pero sus concejales han empezado a jugar sus cartas y, por ahora, prefieren insistir en el que el acuerdo no está para nada cercano. Su portavoz Cristina Peláez replicó tras conocer el detalle de las cuentas un discurso casi calcado al de hace un año. Puso el foco en que el proyecto es «poco ambicioso», insistió en que echa en falta más inversión en limpieza, seguridad o conservación de los barrios, y acudió a uno de los argumentos de cabecera en el ideario de su partido para denunciar que los presupuestos «despilfarran dinero en gasto puramente ideológico» . En Vox insistieron en que, a su entender, se invierte en «donde no se necesita», rechazando varias partidas como « subvenciones a los sindicatos, a los colectivos feministas o LGTBI , a la Asociación de Transexuales ATA o los planes de igualdad que son ajenos al Ayuntamiento». Esto, según la edil, es «en mantener engrasada la maquinaria de la izquierda con publicidad y propaganda». Peláez recalcó que el gobierno local debe «dedicarse» a otras inversiones que repercutan en los ciudadanos como « que la ciudad esté más limpia, que el transporte público funcione, que las calles estén conservadas , que la Policía los proteja o que el comercio y los polígonos industriales desarrollen su trabajo», porque «para eso están los impuestos». Con todo, la portavoz de Vox insistió en que «es muy difícil, por no decir imposible, que podamos apoyar estos presupuestos» . Pero en el ejecutivo municipal no pierden la esperanza y saben que es cuestión de tiempo, por eso el edil de Hacienda, Juan Bueno , no se salió del guion para afirmar que han «tendido la mano» a todos los grupos y que la voluntad de diálogo «es total». Este posible acuerdo deja sin argumentos a los dos partidos de la izquierda. En el PSOE , por ahora, prefieren ser prudentes y han descartado hacer una valoración del contenido de las cuentas «por prudencia». Fuentes del grupo socialista han asegurado a ABC que «lo responsable es estudiar, comparar, y luego pronunciarnos» . Y así lo harán. Desde Con Podemos-IU , su portavoz Susana Hornillo anunció que harán «las aportaciones que consideremos necesarias», aunque mostró su «temor» porque las cuentas «vayan a salir aprobadas por el carril de la ultraderecha».