«Esto es una puñalada trapera. No somos una ONG». Una mala reseña por una infusión se ha vuelto en contra de una clienta de una cafetería cuyo mensaje se ha convertido en viral en las redes sociales. En un contexto en el que las críticas en internet son cruciales para la reputación de la hostelería en España no son pocos los propietarios de bares y restaurantes que, como en este caso, replican a los clientes para defenderse. En esta ocasión, el influencer valenciano Jesús Soriano ha puesto el dedo en la llaga al difundir en sus cuentas oficiales de Soy Camarero el cruce dialéctico entre la clienta molesta por el trato recibido y los dueños del local enojados por haber recibido una sola estrella, la puntuación más baja posible, y por el fondo y la forma de una reseña «sin sentido, a juicio del defensor de los profesionales españoles de la hostelería. La clienta relata que pidió una infusión , pero los camareros se equivocaron y le sugirieron cambiarla en varias ocasiones. Dijo que no y pagó el euro que le cobraron: «Consumición tomada, consumición pagada. Ni ellos se hacen ricos ni yo pobre». Y remata la crítica: «Detallitos que dicen mucho. No pude tomar el rooibos que pedí, si no una tila». La respuesta del local aludido es demoledora ante lo que consideran que pretendía la comensal: «Quería tomar una consumición gratis». Primero, porque conforme admite la clienta, el camarero le ofreció solucionar el problema hasta en cuatro ocasiones y no lo aceptó. Segundo, porque «estuvo 45 minutos usando nuestra instalaciones». Y tercero, porque «la infusión que tomó era especial y se le cobró por error como normal a un euro». Por ello, los hosteleros califican de «puñalada por la espalda» la reseña y salen en defensa de sus trabajadores: «El comportamiento de la empresa fue ejemplar. Por desgracia no somos una ONG y hay que pagar sueldos, alquileres, luz, agua, tasas municipales de terraza...». Como suele ser habitual en estos casos, han proliferado los comentarios sobre la reseña y el 'duelo' entre clienta y bar con una mayoría de mensajes que dan por vencedor en este caso al negocio hostelero y la disputa sobre la consumición: «La quería gratis».