Existe un azulejo del Cachorro en Jerez de la Frontera apenas a 50 metros de la ermita de San Telmo, sede canónica de la hermandad del Cristo de la Expiración. La representación del crucificado trianero se encuentra encima de la puerta principal de una casa que está a una manzana del templo donde reside esta corporación que también hace su estación de penitencia en la tarde del Viernes Santo, a la misma hora en la que salen los nazarenos desde el Patrocinio. Muchos cofrades que pasearon por las calles jerezanas este pasado sábado pudieron observar cuando se acercaron a este enclave de la ciudad justo al lado de una de las grandes devociones de la urbe que tiene la singularidad de ser portado por cargadores con horquillas y cuya representación es de Jesús con pelo natural mirando al cielo en los últimos instantes antes de morir con una cruz de plata y dos velas bordadas en las que se representa el sol y la luna. La imagen del Cristo cada Viernes Santo es uno de los iconos de la Semana Santa de Jerez de la Frontera. Volviendo al azulejo del Cachorro y según los datos de la web de Retablo Cerámico, esta representación es aproximadamente de la década de los años 20 y fue realizado en el taller de Nuestra Señora del Rocío por José Laffitte Romero , cuya firma aparece en el extremo inferior derecha. La imagen de Francisco Antonio Ruiz Gijón aparece con un fondo rojo imitando a un damasco y tiene algunos daños aunque no se aprecia pérdida de material a pesar de estar colocado en el exterior de una fachada y acercándose a una antigüedad de cien años. Por tanto, en Jerez se pueden encontrar en pocos metros dos grandes devociones de Andalucía como son el Cachorro y el Cristo de la Expiración, también muy veneradas por los gitanos, vecinos precisamente de la talla que se custodia en el barrio de San Miguel.
