Más allá de su música, conozco a Pablo Benegas tan solo de un trayecto en taxi, y ese recorrido me bastó para percibir que es un tipo de una sensibilidad especial. Como sus letras. Como sus palabras. Como el apoyo al amigo. No era un día cualquiera, sino el de la despedida de los ruedos, en la Real Maestranza de Sevilla, de Julián López 'El Juli'. Compartimos el camino que va desde la estación de tren hasta un céntrico hotel hispalense. Bajó el guitarrista de La Oreja de Van Gogh junto a la figura madrileña y su mujer, Rosario Domecq, del coche 1 del AVE 02080. Por Santa Justa avanzaba un torero histórico al lado del compositor al que inspiró la letra de 'Muñeca de trapo' con una frase de esas que brotan en los artistas que han marcado época, el mismo con el que compartía un café «con leche muy caliente» en ese vagón que tenía como burladero la barra de un bar andante. Benegas se emocionaba al hablar de El Juli, con el que ha vivido tardes de campo, de toros y de amigos, de glorias y de miedos. De grandes amigos. Y con personalidad para emocionarse con el toreo y expresar su admiración sin tapujos. En estos tiempos, que no son cualquier tiempo e incluso un ministro da la puntilla al respeto y la educación. «Una frase suya (de El Juli) me inspiró la letra de 'Muñeca de trapo'», primer sencillo del disco 'Guapa', en un momento en el que aún estaba Amaia Montero. «No tengo miedo al fuego eterno,/ tampoco a sus cuentos amargos,/ pero el silencio es algo frío/ y mis inviernos son muy largos», dice la canción. Benegas, que se aficionó a los toros yendo de niño al coso de San Sebastián -se llevó una gran alegría en su reapertura-, es un defensor de la Fiesta, a la que se ha asomado de manera íntima gracias a su amistad con El Juli. No fue únicamente su fuente de inspiración en 'Muñeca de trapo', sino que '20 de enero' , tan icónica -del álbum 'Lo que te conté cuando te hacías la dormida',- surgió en un viaje a la Maestranza, donde Julián López es siete veces Príncipe. Una vez más, la tauromaquia como 'musa' de otros artistas, como manantial de inspiración. Ya lo dijo Juncal en la serie más mítica: «Todo gira en el mundo alrededor de los toros. Los músicos existen para inventar pasodobles toreros, los poetas para cantar a los toreros, los médicos para curar a los toreros, los arquitectos para construir plazas de toros, los pintores para pintar toreros...».