Mientras el caso Pelicot sigue conmocionando a toda Francia, se ha anunciado un macroproceso judicial contra Joël Le Scouarnec. Este cirujano de 73 años, entre 1989 y 2014, llegó a violar a 299 niños cuando estaban sedados en los hospitales en los que ejerció. Se descubrió porque anotaba todas las violaciones que cometía en varias libretas. Una investigación que ha ocupado 700 páginas y que supone el mayor proceso judicial por pederastia del país galo. El procurador, Stéphane Kellenberger, ha anunciado que este médico será juzgado en 2025. «Dada su importancia, su complejidad y el número de víctimas, este procedimiento ha sido calificado de extraordinario por la dirección de los servicios judiciales del Ministerio de Justicia», ha señalado Kellenberger en una rueda de prensa. Scouarnec ya cumple una condena de 15 años por abusar de la hija de 6 años de sus vecinos. Y en este caso se le acusa de violar a 158 niños y 141 niñas, 256 de ellos menores de 15 años . Durante años se sucedieron diversas denuncias, pero fue una condena en 2005 por posesión de pornografía infantil la que levantó las alarmas. A raíz de estas investigaciones, los agentes, además de encontrar 300.000 fotografías y vídeos con pornografía infantil, hallaron los cuadernos. El cirujano hacía dibujos, relataba sus delitos y tenía notas en su ordenador que guardaba en su domicilio. Sus descripciones condujeron a la policía hasta las víctimas. «En casa de Joël Le Scouarnec se hallaron cuadernos que describen cosas absolutamente abominables», indicó el procurador. Este cirujano gozó de 30 años de impunidad porque muchos de sus pacientes al estar sedados no tenían pruebas de lo ocurrido o no sabían siquiera que habían tenido lugar. Le Scouarnec era un especialista en cirugía digestiva que llegó a reconocer sus actos. En los interrogatorios «explicó sus métodos de operación, la determinación de sus acciones, así como las precauciones que tomó para no correr el riesgo de ser descubierto«, explicó el procurador. También matizó que 111 de los casos son considerados violaciones agravadas, el resto son agresiones sexuales agravadas. En sus manuscritos «transcribía numerosos actos de tocamientos y penetraciones sexuales cometidos casi a diario, durante c onsultas pre o postoperatorias o durante intervenciones en el quirófano, a veces presentados como actos médicos o exámenes clínicos, especialmente cuando se realizaban en presencia de terceros, ya fuera personal médico o los padres del paciente«, describió el juez en el auto contra el cirujano. La conclusión era que procedía de forma extremadamente minuciosa dejaba anotados los nombres de sus víctimas, las organizaba cronológicamente y describía tanto los delitos que cometió como los que terminaron siendo infructuosos. En 2004 el FBI detectó que había usado su tarjeta para comprar material pornográfico infantil en una web rusa. Un delito por el que fue condenado a cuatro meses de cárcel sin inhabilitación. Esto provocó que su mujer se separase de él, después de 30 años de matrimonio. Pero no inició los trámites de divorcio Le Scouarnec llegó a escribir en 1996 en sus manuscritos: «Ella lo sabe». Esta investigación no solo le afecta a él, ya que los hospitales en los que trabajó están bajo la lupa de las autoridades por posible ocultación de delitos . Dado que no se tomó ninguna medida en su contra ni lo alejaron de los pacientes menores de edad pese a las denuncias de sus colegas. Una de ellas tuvo lugar en 2006, cuando un compañero lo denunció ante el consejo departamental de los médicos en Finisterre. Este consejo llegó a tener acceso a los antecedentes criminales del cirujano, sin embargo, no hubo consecuencias. Dadas las numerosas pruebas recopiladas podría enfrentarse a 20 años de cárcel. «El acusado se benefició de la impunidad del silencio, esto debe parar», afirmó la abogada de una de las víctimas de Scouarnec.