No quedan entradas para las cinco representaciones restantes de la provocadora y sangrienta ópera 'Sancta' en Stuttgart , después de que la prensa internacional se haya hecho eco de los reiterados casos de náuseas y lipotimias, 18 en total, que ha causado entre el público. «Después de la explosión de la noticia de ayer, todas las funciones restantes se agotaron en pocas horas», se felicita el portavoz de la Ópera Estatal, Sebastian Ebling, que fue el encargado de difundir los efectos adversos sobre la salud del espectáculo. Después de Stuttgart, Ebling amenaza con la llegada de la la misma obra a finales de noviembre en dos sesiones en el Volksbühne de Berlín, también con entradas agotadas. La artista de performance Florentina Holzinger es bien conocida por su obsesión por mostrar violentamente el cuerpo femenino sobre el escenario, incorporar a sus coreografías acrobacias dolorosas y no rehuir la basura. En 'Sancta', utiliza escenas lésbicas reales , ridiculiza con cruel irreverencia los rituales cristianos y asegura que denuncia la opresión sexual de las mujeres. El efecto de su arte, al menos en los casos denunciados, es la necesidad de servicios médicos de emergencia. «El sábado tuvimos ocho y el domingo tuvimos 10 personas que tuvieron que ser atendidas por nuestro servicio de visitas», confirma Ebling. Sin grandes aportaciones al original, la obra ya de por sí sacrílega de Paul Hindemith, narra la historia de una joven monja que, excitada por las palabras de una de las mayores del convento, se desnuda en el altar y arranca el paño que cubre a Cristo. En Schwerin, donde se estrenó en mayo, y Viena, por donde también ha pasado, no se registró ningún incidente, defiende Katharina Nelles, jefa de relaciones públicas del Teatro Estatal de Mecklemburgo. En Stuttgart, sin embargo, algunos espectadores subestimaron su capacidad de sufrir y tuvieron que ser atendidos . La sala, con alrededor de 1.400 asientos, advierte expresamente al inicio que serán mostrados sobre el escenario actos sexuales explícitos , así como representaciones y descripciones de violencia sexual . También se puede ver sangre real, piercings en directo y heridas reales . La obra se sirve además de efectos estroboscópicos, volumen excesivo e incienso. Su elenco, compuesto exclusivamente por mujeres, actúa parcialmente o totalmente desnudo, y en espectáculos anteriores ha hecho a sus artistas tragar espadas en vivo, hacerse tatuajes o soportar fluidos corporales. El Secretario de Estado de Artes de Baden-Württemberg, Arne Braun, del partido Los Verdes, que asistió personalmente al estreno, no critica la actuación: «Estas cuestiones sobre la espiritualidad, la fe, la comunidad y el papel de los géneros deben negociarse y también en el escenario», ha declarado, «esa es la idea detrás de la libertad del arte. Y si no quieres verlo, aléjate». Ebling invita a los futuros asistentes a revisar detenidamente las advertencias de la función de antemano. «Si tiene preguntas, hable con el servicio de atención al público... y si tiene dudas durante la función, puede ser útil apartar la mirada».