El huracán Milton ha azotado Florida durante 12 horas, dejando varios fallecidos y provocando abundantes destrozos materiales, todo ello aun por cuantificar. En su tránsito por la península, hacia el este, el temporal fue degradado de categoría tres a uno, con vientos que alcanzaron los 200 kilómetros por hora y inundaciones en algunos puntos de hasta cuatro metros. En alta mar, llegó a ser de categoría cinco, la máxima. La tormenta agravó los estragos causados por Helene , un huracán anterior, menor en fuerza, que mató a 230 personas, aunque no hubo un impacto directo en la ciudad de Tampa, que era la más vulnerable, con 400.000 habitantes. En total, ocho millones de personas recibieron órdenes de evacuación y tres millones han quedado sin suministro eléctrico. La tormenta cambió su trayectoria, del este hacia el sur, en las últimas horas y tocó tierra a las 20:30 del miércoles [02.30 del jueves en la España peninsular] en Siesta Key, a unos 112 kilómetros al sur de Tampa. La ciudad de San Petersburgo registró más de 41 centímetros de lluvia acumulada, todo un récord en la zona. El huracán provocó al menos 24 tornados, que fueron los que más daño causaron. En St. Lucie, uno de ellos destrozó un hangar de policía de 900 metros cuadrados y de hierro forjado donde se guardaban coches patrulla y otro material. Casas y almacenes volaron por los aires. La lona que sirve como techo del Tropicana Field, estadio del equipo de béisbol Tampa Bay Rays en San Petersburgo, quedó destrozada por los feroces vientos. Además, varios grúas también fueron derribadas por la tormenta, según informó el servicio meteorológico nacional. Los residentes de San Petersburgo (250.000 habitantes) también se quedaron sin acceso al agua de sus grifos debido a la ruptura de una cañería de suministro general, lo que llevó a la ciudad a cortar el servicio. En esta zona en solo tres horas han caído más de 23 centímetros de lluvia, lo que representa una precipitación que se da una vez cada mil años en San Petersburgo. De este modo, cayó en tres horas la misma cantidad de lluvia que en tres meses. «Hemos perdido algunas vidas», dijo el sheriff del condado de St. Lucie, Keith Pearson, a la cadena local WPBF News, aunque no reveló cuántas personas murieron. Solo en ese condado viven 330.000 personas, muchos de ellos jubilados. Aproximadamente 90 minutos después de tocar tierra, Milton se degradó a una tormenta de categoría 2. Para la madrugada del jueves, el huracán era una tormenta de categoría 1 con vientos sostenidos máximos de unos 135 kilómetros por hora, alejándose del estado cerca de Cabo Cañaveral, sede del Centro Espacial Kennedy de la NASA. El peligro de inundaciones continuará este jueves, informó la alcaldesa de Tampa, Jane Castor, en una rueda de prensa este jueves por la mañana. «Esto no ha terminado», dijo Castor. «Los ríos se desbordarán en todo el condado de Hillsborough, no solo en la ciudad de Tampa». El jefe de policía de esa localidad, Lee Bercaw, informó que durante la noche los oficiales rescataron a 15 personas, incluidos niños pequeños, que habían quedado atrapadas en una casa debido a la caída de un árbol. No sólo a la costa oeste de Florida ha afectado Milton. El huracán ha golpeado también a localidades al este como Palm Beach, donde reside Donald Trump. Varios residentes de ese condado fueron rescatados después de que se informara de la presencia de varios tornados en la zona la noche del miércoles, informaron las autoridades. Algunos de los rescatados estaban atrapados bajo escombros o en coches que fueron volcados por los fuertes vientos, según el Departamento de Rescate de Incendios del Condado de Palm Beach. «Nuestros equipos en el lugar se personaron por varias casas dañadas, vehículos arrastrados por el aguaa y escombros por toda la zona», dijo el departamento en una publicación de Facebook. Cinco personas, incluidas tres con heridas graves, fueron trasladadas a hospitales locales, mientras que otras personas fueron atendidas por lesiones menores. El miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden , criticó duramente la desinformación sobre los huracanes Milton y Helene, calificándola de «antipatriótica», y señaló directamente a su predecesor, Trump, por difundir noticias falsas sobre la respuesta del gobierno a las tormentas. En un discurso desde la Casa Blanca, Biden se hizo eco de las mentiras promovidas por Trump, como la de que los fondos de ayuda por desastres fueron desviados a inmigrantes. Dijo que son «falsedades ridículas». También mencionó el presidente declaraciones de la diputada de Georgia Marjorie Taylor Greene, socia de Trump, quien afirmó que el gobierno federal estaba controlando el clima para interferir en la elección, una afirmación que Biden calificó de «ridícula». El presidente recomendó a la diputada que se haga examinar por un psiquiatra. Cuando se le preguntó por qué creía que Trump estaba difundiendo estas mentiras, Biden respondió que no lo sabía, pero reiteró que este tipo de acciones son un peligro público.