La tecnología mueve la vida de todos. Los ciudadanos viven enganchados a los 'smartphones', trabajan pegados al portátil y buscan ocio también en las pantallas. Las compras online son el pan de cada día en muchas casas, el control remoto de aspectos del domicilio o coche se ha convertido en una comodidad más y se ha convertido en algo habitual poder hacer trámites médicos, o incluso consultas, por la vía telemática. Las posibilidades se han incrementado todavía más en los últimos años, y más que lo harán, con el aterrizaje de la inteligencia artificial (IA) . Esperada por algunos y temida por muchos más , esta ciencia tiene que ayudar a mejorar la vida de muchos gracias al avance de ordenadores y procesadores que puedan llegar a razonar y a dar respuestas cada vez más humanas. Sobre la IA se ha estado hablando precisamente en el podcast ' X Cancelled ', que aborda temas sobre actualidad económica, política y social. Allí fue entrevistada recientemente Lijia Cai, una joven de origen chino que hace unos años que vive en España y que conoce mucho del sector tecnológico porque trabaja por todo el mundo como ingeniera de telecomunicaciones y como consultora energética. Durante la entrevista le preguntaron por los contrastes culturales entre Occidente y China y especialmente por la presencia y la implantación de la IA en el gigante asiático en cuestiones relacionadas con los coches. Pero hay más. «En todo el tema de trenes, no hacen falta ni tus documentos porque tienen facialmente todo controlado. Es una locura », desvela ella. Así, solo con pillar la cara las máquinas ya te identifican quién eres «y al final está ligado con todos tus 'data' de qué has comprado y qué has hecho». El entrevistador remarca que le parece «increíble» a lo que ella incide en que, a pesar de lo positivo que pueda tener tanta facilidad, « todo tiene un coste y aquí el coste es la privacidad». «Es un control absoluto », remarca ella, al tiempo que destaca que, por ejemplo, a nivel de criminalidad la IA puede ser muy beneficiosa. «Viviendo en España tengo como el chip metido de que todo el rato me estoy buscando el móvil y vigilando mi bolso», añade Lijia al final de la conversación, donde cuenta que, sorprendentemente, cuando está en China se relaja totalmente con la seguridad.