¿Qué anida en la cabeza de alguien que recorre más de 2.000 kilómetros —1.100 de ida y otros tantos de vuelta— para buscar pelea, destrozar todo lo que encuentra a su paso y sembrar el terror entre pacíficos ciudadanos? La respuesta deberían darla el cerca de centenar de ultras del Málaga que desde la noche del sábado y durante la mañana de este domingo se pasearon por La Coruña cometiendo todo tipo de desmanes. Un centenar de ultras del Málaga provocaron altercados durante la noche de este sábado en las inmediaciones de Riazor , en la víspera del partido de Segunda que su equipo jugó este domingo ante el Deportivo (0-0). Los hechos se produjeron sobre las 23.00 horas, cuando un grupo de alrededor de un centenar de miembros del grupo ultra Frente Bokeron comenzaron a provocar destrozos por el entorno de la calle Manuel Murguía. En concreto, destrozaron la cristalera de un bar y diferentes objetos tanto del establecimiento como del mobiliario urbano, además de vehículos que encontraban a su paso. En imágenes difundidas por redes sociales también se puede observar a este grupo tirando objetos hacia el estadio de Riazor y a varios coches que circulaban en ese momento por la zona. Poco después, según publica 'La Voz de Galicia', «se desplazaron entre gritos e insultos a un establecimiento hostelero situado en la calle Almirante Cadarso, bar muy frecuentado por los ultras del equipo coruñés, donde se encontraban varios de ellos en su interior. Los dueños del bar, una pareja de brasileños, comentaron que ya iban a echar el cierre al local cuando irrumpieron los violentos amenazando a los deportivistas desde fuera». «Con vosotros no va», le dijeron los del Frente Bokeron a los propietarios. Y pidieron que los clientes que quedaban —en teoría, seguidores blanquiazules— salieran para pelearse con ellos. «Los dueños echaron el cierre sin dejar salir a los jóvenes ni entrar a los que provocaban, lo que aprovecharon los ultras malacitanos para empezar a destrozar las cristaleras del establecimiento y, acto seguido, sacarse irreverentes fotografías con sus móviles y de fondo el estadio de Riazor», añade el diario gallego. Poco después llegó la Policía Nacional, que le condujo hacia la zona del Pabellón de Riazor, realizó varias detenciones y obligó a los ultras a abandonar la ciudad y pasar el resto de la noche en Santiago de Compostela . Horas después llegó la respuesta de los radicales coruñeses. Un grupo de unos 40 miembros de Riazor Blues , también vestidos de negro y también armados con palos, salieron a la calle buscando a los ultras andaluces. Como no los encontraron, decidieron enfrentarse a la policía en la plaza de Pontevedra. Resultado: dos detenidos. En un comunicado, el Deportivo mostró su «más firme repulsa» y su «condena» a los actos vandálicos producidos en la ciudad herculina. Asimismo, expone que hará «todo lo posible para perseguir» a los responsables. «El fútbol es un deporte que promueve la hermandad de las aficiones; y la ciudad de La Coruña y los aficionados del Dépor merecen respeto », afirmado. En esta línea, manifiesta que el club va a «salvaguardar» a su afición, que ha sido «un ejemplo de deportividad por todas las ciudades a las que se ha desplazado». Por su parte, el Málaga ha colgado un mensaje en sus redes sociales en el que expresa su «rechazo a los episodios violentos vividos anoche en A Coruña. Este tipo de situaciones no representan al malaguismo ».