En pleno corazón de la Costa del Sol y muy lejos de la mítica naturaleza asiática se esconde un frondoso oasis de tranquilidad y belleza que transporta a los visitantes a paisajes exóticos por tan solo 3 euros. Se trata del Jardín Botánico Molino de Inca de Torremolinos , ubicado a pocos metros del Pinar de los Manantiales y bien conectado tanto a pie como en coche. El rincón es un remanso de paz y testimonio vivo del pasado de la ciudad, que desde hace décadas es un referente turístico en la provincia de Málaga . El centro de este espacio de más de 40.000 metros cuadrados gira en torno a una réplica del antiguo Molino de Inca, un molino harinero con varios siglos de antigüedad que aprovechaba las aguas de los manantiales de la zona para la molienda. Estos manantiales, el de La Cueva, el de Inca y el del Albercón del Rey -visitado por el rey Alfonso XIII en 1926- son el origen de la ciudad, por lo que constituyen un elemento crucial dentro del jardín, tanto por su función ornamental como por su importancia histórica. Rehabilitado en 2003, el Jardín Botánico Molino de Inca no solo conserva la memoria de los antiguos molinos de la zona, sino que ha evolucionado hasta convertirse en un paraíso para los amantes de la naturaleza. Este espacio alberga casi mil especies vegetales : desde 150 variedades de palmeras hasta 300 árboles y unos 400 arbustos que se distribuyen entre senderos y miradores. Además, habitan en él numerosas especies de aves, algunas de ellas únicas en el país, lo que añade un atractivo para visitar el parque, que tiene en su Jardín Japonés uno de sus rincones más especiales. En tan solo 500 metros cuadrados, se recrea a la perfección los paisajes característicos del estilo Tsukiyama , con colinas, lagos y una disposición armoniosa de plantas sobre una ladera rocosa. Es un homenaje al país del sol naciente que contrasta con el paisaje mediterráneo que lo rodea. El jardín es también un punto de encuentro para actividades educativas y culturales . Colegios y grupos organizados pueden asistir a charlas medioambientales impartidas por guardas forestales, y es común ver a parejas o familias realizando reportajes fotográficos de boda o comunión, aprovechando el ambiente idílico del entorno. La entrada tiene un precio simbólico de 3 euros para el público general, aunque los residentes empadronados en Torremolinos, jubilados, pensionistas y niños menores de 12 años pueden acceder de manera gratuita.