A la hora de comer, es clave asegurarse de que los productos estén bien conservados y preparados adecuadamente. Descuidar el estado de los alimentos puede hacer que estos desarrollen bacterias, virus o toxinas perjudiciales para la salud, lo que incrementa el riesgo de sufrir una intoxicación. Esto es precisamente lo que le ocurrió durante su programa Erasmus en Italia a la usuaria de TikTok @noencina , una española que en uno de sus últimos vídeos explica cómo acabó siendo atendida en un hospital psiquiátrico de Milán tras consumir una salsa pesto en mal estado. En su publicación, la usuaria comenta que todo ocurrió un día, antes de clase, cuando decidieron ir a comer pasta, y ella la pidió con pesto. Después, en el tranvía, asegura que empezó a sentirse rara, con la lengua dormida. Una sensación que se agravó cuando bajó del vehículo y comenzó a sentirse mareada. «Yo iba sola por la calle, y lo siguiente que recuerdo es caerme contra el capó de una furgoneta y después al suelo», comparte la usuaria, a la que un par de chicos la atendieron, y la llevaron al hospital más cercano sin saber que se trataba de un centro psiquiátrico. «Una vez allí empezó el show: no paraba de vomitar, y tuve que llamar a mis amigas, que finalmente vinieron y me llevaron en taxi al Hospital de Milán», sigue explicando. «Allí me hicieron una analítica y me echaron unas gotas en la boca. Nos quedamos desde las 16.00 horas hasta las 00.00, pero en principio estaba todo bien«, relata la joven. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando el médico le dijo que debía dirigirse a otro edificio, a ginecología. «Cuando llegué no dejaron entrar a la amiga que quedaba conmigo. Lo pasé mal, llegué a pensar que estaba embarazada. Llamé incluso a mi novio«, comenta @noencina. «Al final me miraron, y no tenía nada. Me dijeron que ya no iba a vomitar más, y me enviaron a mi casa», termina la joven, que admite que a día de hoy sigue sin saber muy bien qué le ocurrió, pero por cómo se sentía está segura que se intoxicó con la salsa pesto de la pasta. «Esta el la historia de cómo me intoxiqué en Italia y terminé en un hospital psiquiátrico», remata con humor.