El Partido Popular ha hecho buena su mayoría en el Senado para sacar adelante una proposición de ley que busca endurecer los castigos contra quienes ataquen el patrimonio histórico. El objetivo de esta iniciativa es evitar nuevos episodios como el vivido en el Museo del Prado hace un par de años, cuando dos activistas se pegaron a los marcos de las 'Majas' de Goya . «Los poderes públicos están obligados a proteger nuestro patrimonio», defiende el PP, que quiere evitar el «efecto llamada» que tienen estos actos por su repercusión mediática. Los populares han sumado a sus votos el apoyo de Vox y UPN, y contaron con la abstención del PNV. Los nacionalistas están abiertos a buscar «puntos de encuentro» durante su tramitación en el Congreso de los Diputados, adonde la iniciativa se traslada ahora, «si es que se llega a debatir». Con esta, ya son trece las leyes que el Senado ha enviado a la Cámara Baja, y todas están bloqueadas por la Mesa, donde PSOE y Sumar hacen uso de su mayoría. De momento, el PSOE no cree necesario modificar la legislación vigente. «No vamos a apoyar las sanciones adicionales que puedan colisionar con el derecho de accesibilidad a la cultura y siempre defenderemos el ordenamiento jurídico, que ya contempla meridianamente la tipificación de estos delitos», dijo la senadora Marta Saavedra . La izquierda confederal, por su parte, se ha dividido en el voto. Senadores de Más Madrid y Compromís se han abstenido. Están dispuestos a que el texto se debata en el Congreso, pero «para manifestar el apoyo tanto al arte urbano como a las legítimas protestas». El PP lleva desde la pasada legislatura empeñado en reforzar la seguridad de los museos estatales. A raíz del ataque a las 'Majas' de Goya por dos activistas ecologistas, dentro de una corriente de protestas que también afectó a obras de Van Gogh, Vermeer, Da Vinci, Monet o Klimt, los populares impulsaron en la Cámara Baja una proposición no de ley que instaba al Gobierno a adoptar medidas para impedir el acceso a los museos estatales con líquidos o fluidos y para endurecer los castigos económicos. El exministro Iceta , igual que el grupo socialista, no recogió el guante y la iniciativa quedó en nada. El actual ministro, Ernest Urtasun , tiene como portavoz de Sumar una postura aún más flexible con los activistas que atentan contra obras de arte para hacer visibles sus reivindicaciones. Cuando dos miembros de Futuro Vegetal se pegaron a los marcos de las 'Majas', en el Prado, Sumar apoyó su reivindicación. «El Gobierno actual ha mostrado una preocupante falta de iniciativa y visión en la protección del patrimonio histórico, permitiendo que actos vandálicos se multipliquen sin adoptar medidas contundentes y generando un efecto llamada», denunció la senadora popular María José Ortega . «A pesar de los repetidos incidentes, el Ejecutivo ha sido incapaz de presentar un plan efectivo para combatir el vandalismo,dejando desprotegidos bienes que forman parte de la identidad nacional y que deberían ser cuidados con mayor diligencia. Esta falta de acción por parte del Gobierno ha creado un vacío legal y operativo que hace imperativo desarrollar esta proposición de ley». El texto aprobado por la Cámara Alta propone introducir en la ley de Patrimonio nuevas infracciones que amplían la protección de los bienes protegidos «a los elementos que se encuentran unidos a él o le sirven de protección, soporte o cobertura». También serían castigadas las «aproximaciones peligrosas, intencionadas y no autorizadas» a las obras de arte, así como «la invasión reiterada y duradera de la zona de exclusión». El PP propone ampliar las multas económicas y restringir el «acceso temporal a determinadas personas o grupos de personas, y en particular a las personas que hubieran sido sancionadas» por poner en riesgo el patrimonio cultural. «Las actuales legislaciones no han sido suficientes para frenar el aumento de actos vandálicos contra el patrimonio histórico. En muchos casos,los castigos resultan insuficientes o no resultan disuasorios, lo que permite la repetición de estos actos», sostiene el PP. «No estamos hablando de coartar la libertad, de que nadie pueda entrar a un museo. Estamos hablando de que un vándalo, un delincuente, un sinvergüenza no entre para fastidiar el patrimonio de todos los españoles».
